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El actor Chema Pizarro (izquierda) en una de sus representaciones como Don Quijote.
Chema Pizarro: «La libertad de expresión solo existe en España en la barra de los bares»

Chema Pizarro: «La libertad de expresión solo existe en España en la barra de los bares»

Empezó por casualidad en el mundo del teatro, pero hoy, gracias a su talento, se ha profesionalizado y goza de un gran prestigio

Jairo Pino Mendoza

Miércoles, 21 de junio 2017, 17:46

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Chema Pizarro (Cáceres, 1974) empezó a estudiar Ingeniería Técnica en Informática de Gestión, pero sin mucho éxito ya que no finalizó la carrera. Los derroteros de la vida le llevaron a interesarse por el teatro en el ecuador de sus estudios, concretamente en el 1996 cuando es requerido por la compañía cacereña puntera en el sector denominada Teatro estable. Aunque desde aquellos años ha tenido algunos parones en su carrera profesional por la mala situación de las artes escénicas, el miajadeño se ha ido profesionalizando poco a poco y hoy en día goza de mucho prestigio en el mundo de las artes escénicas.

- ¿Cómo fueron sus inicios?

- Dos profesoras se empeñaron en que tenía que hacer teatro y todas las obras del colegio las hacía yo. Aquello pasó. En el instituto hice alguna que otra tontería y al llegar a la Universidad, en la residencia en la yo vivía que era Roso de Luna, se empeñaron en montar una obra de teatro. Por casualidad, la directora del grupo era también directora de la Universidad Popular de Cáceres y un día me llamó y me dijo que en Teatro estable faltaba un actor para una obra infantil que iban a representar. Ahí digamos que fue mi debut, aunque antes de eso yo ya había estado con Zaragata (antiguo Takatá). Todo esto era un divertimento para mí. Nunca pensé en dedicarme a ello. Después fui empezando y saltando de compañía en compañía hasta el año 2000. Se me subió un poco el humo y después de un parón estuve de camarero diez años. Me di cuenta de que esto no es tan sencillo ni tan bonito.

- ¿Cuáles son los proyectos actuales en los que trabaja?

- Son cuatro proyectos los que tengo en marcha. Soñando Cervantes es una obra que se ha adaptado para teatros con la compañía Teatrapo. La temporada pasada estuve haciendo La venganza de Don Mendo en el teatro Fernán Gómez de Madrid, dirigida por Jesús Castejón y protagonizada por Ángel Ruiz. Luego está mi propio espectáculo que es MC: Manco y de la Mancha que es un caso aparte y que está a la espera de haber qué pasa con la Red de Teatros. Y el cuarto proyecto es Los espejos de Don Quijote.

- ¿Cuál es la acogida de las obras en las que participa fuera de España?

- Esa última obra la estrenamos en el Festival Internacional Cervantino de México y fue una experiencia brutal. Todo lo que llega allí desde España es devoción y el público es generoso e inteligente. En Guanajuato, que es donde está la sede del festival, es teatro sin parar y es toda una ciudad dedicada a Cervantes y a su obra. ¿Cómo es posible que aquí en España se cumplan 400 años de la muerte de Cervantes y en un año no hayan hecho ni el 1% que hacen allí en dos meses? Por contra, en Chile sí son algo xenófobos con los españoles. La humildad no funciona bien en este negocio y tienes que llegar con la coraza puesta por lo que pueda pasar. Si llegas en plan humilde te muelen a palos, pero al final la verdad del teatro sucede encima de un escenario.

Enamorado adolescente

- ¿Dónde reside actualmente?

- Yo aquí en Miajadas y, además, aquí me quedo. He tenido mucha suerte cuando he salido fuera porque he encontrado a gente que me ha acogido y eso que me he ahorrado. Tú traes gente a Extremadura y ellos al final pelean para devolverte el favor.

- ¿Cuál es la diferencia entre un actor y un monologuista?

- Al final ambos hacen artes escénicas. Un monologuista que defiende que él no interpreta se equivoca. Ellos están cogiendo un texto y lo están poniendo encima de un escenario por un público. Se acabó. Estás haciendo teatro. Un actor que está encima de un teatro cuando está haciendo comedia, está aportando su motor actoral a la comedia. Entonces, si es un monólogo está haciendo un monólogo de humor. Luego está el concepto de comedia en vivo que aquí en España no entendemos porque en América llevan años trabajándolo. Nosotros estamos a siglos luz de lo que llevan haciendo allí años y años. En América, utilizan el humor negro hasta límites insospechados, es decir, cosas que tú ahora mismo contarías en España y te detendrían. La libertad de expresión aquí es una falacia y una mentira y no ha existido nada más que en las barras de los bares cuando hemos estado borrachos.

- ¿Cómo es su relación con Miajadas y los miajadeños?

- Mi relación es la del enamorado adolescente. Yo amo este Miajadas con locura. Es el sitio donde me he criado y donde guardo toda mi historia. Aquí está la gente que quiero, mis amigos, mi familia, mi pasado y donde me vine intentando hacer cosas valiosas para Miajadas sin ni siquiera pensar en el rédito económico. La localidad me ha dado la oportunidad de hacer muchas cosas, como por ejemplo el tema de los monólogos. Mi primer público fue éste. Y el mejor público que conozco en Extremadura para hacer teatro está aquí en Miajadas. Luego a nivel personal me queman muchas cosas que no solo funcionan mal desde hace muchos años, si no que van a peor. Y ahora que tengo la oportunidad de denunciar cosas desde el humor creo que voy a empezar a trabajar en esa línea para Miajadas y para los alrededores. Denuncia de verdad.

- ¿Qué cree que funciona mal en Miajadas?

- La ilusión por hacer cosas. Lo primero que piensa el miajadeño antes de hacer nada es: esto en Miajadas no va a funcionar. ¿Cómo qué no? Hombre lo que no va a funcionar es copiar la idea de otro, abrir un negocio que no ofrece nada o un negocio que te ofrece cosas que se ofrecen en otro sitio, pero con amor. Aquí somos muy pesimistas en ese aspecto. Aunque, por el contrario, el miajadeño siempre responde cuando hay una convocatoria, sobre todo, cultural. Al final conseguiremos hacer algo en Miajadas desde el ámbito de la cultura. Siempre tengo algo en mente, lo que pasa que muchas veces no tengo las herramientas para hacer lo que quiero. Cuando uno tiene una buena idea tiene que encontrar un buen equipo de trabajo.

- ¿Cuáles son sus proyectos de futuro?

- Ahora hay proyectos de presente: levantar el ánimo para generar ideas nuevas. Ideas siempre hay, pero ahora lo que quiero trabajar un poco es el humor dirigido a cualquier movimiento social o problemática. En Estados Unidos los cómicos denuncian constantemente la barbarie social y en España ya muchos los están haciendo. Yo quiero quitarme la máscara. El humor es deconstruir la verdad para contar un drama de tu vida y que otro ría, pero que no olvide el drama.

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