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Un momento de la obra.
‘La cabeza del bautista’, primera obra del año de la Red de Teatros de Extremadura

‘La cabeza del bautista’, primera obra del año de la Red de Teatros de Extremadura

La idea de mezclar la obra de Valle-Inclán con el blues parte de la inquietud de buscar una banda sonora a un ambiente marginal

REDACCIÓN HOY MIAJADAS

Miércoles, 11 de enero 2017, 18:26

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Con el nuevo año arranca la temporada de la Red de Teatros de Extremadura de la Casa de Cultura Massa Solís. La primera obra en llegar al municipio será La cabeza del bautista de la compañía El Desván Producciones. Se representará el próximo 27 de enero a las 21.30 horas con el precio de las entradas a tres euros. Se podrán adquirir en el Complejo Cultural Palacio Obispo Solís de 10 a 14 horas.

La idea de mezclar la obra de Valle-Inclán con la música y la estética del blues parte de la inquietud de buscar una banda sonora al ambiente marginal de personajes oscuros que plantea este autor. Un mundo de seres abyectos, inmorales y tremendamente castigados en el que se crean leyendas como aquellas de tipos mediocres que venden su alma por tocar la guitarra como nadie.

El hecho de que tanto Don Igi (el indiano) como su hijastro Jándalo regresen de América, anima a crear un entorno cosmopolita con personajes que muestran ademanes y hábitos por acumulación de culturas pero en los que se reconocen las mismas mezquindades universales que Valle-Inclán muestra en su crítica mordaz de la sociedad española.

La cabeza del Bautista tiene además un elemento propiamente trágico en el desenlace para la Pepona. Se trata de una lección oculta que no permite moraleja alguna y que como la reiteración de los acordes de un blues atrapa, fascina e invita a recrearse en una idea que no tiene una formulación determinada.

En ese sentido el blues se abre hacia algo más allá, hacia un lugar al que el sexo y la muerte acerca a los espectadores sin códigos ni lecciones de vida. No permite la tesis, solo lanza al vacío. La Pepona no podrá jamás entender el mecanismo a través del cual ese deseo de muerte transmutó a deseo carnal pero es precisamente esa incapacidad de comprenderlo lo que fascina al espectador.

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