La cafetería 'El jardín de la galleta' aboga por el derecho de la mujer a ser madre trabajadora

Para quien no conozca aún la cafetería 'El jardín de la galleta', o quien no haya reparado en el detalle, esta empresa miajadeña se distingue por estar compuesta sólo por mujeres: sus empleadas, Jessica, Virginia e Inés, y sus dueñas, Raquel Prados y Gloria Tello.

Estas últimas reconocen que, aunque es un factor casual el hecho de que sus empleadas sean mujeres, en la selección de perfiles siempre se acaban decantando por trabajadoras, bien sea por su forma de trabajar, por su racionalidad, porque le dan a todo un 'toque diferente': «La mujer a la hora de trabajar se implica hasta tal punto que mejora el producto, eso es lo que nos sucede con nuestras trabajadoras», explica Raquel, quien no descarta convertir algún día en política de empresa el dar a las mujeres facilidades que en otros negocios no les dan.

Las empresarias, que llevan dos años con el negocio, afirman que es más complicado encontrar trabajo como mujer, simplemente por el hecho de quedarse embarazada, algo que a ellas no les importa. Explican que en la entrevista de trabajo de una de sus empleadas hablaron del deseo de ésta por ser madre, y la contrataron a sabiendas de que lo sería pronto. De hecho, ahora mismo se encuentra de baja por ese motivo.

Saben que esto no es algo que suela suceder en el mundo laboral, sino al contrario: «Muchas mujeres han acudido a nosotras porque nos dicen que cuidamos de la mujer. El ser madre es algo natural, y no debería ser un factor condicionante a la hora de poder conseguir un puesto de trabajo», defiende Raquel. Y es que tanto ella como Gloria dan vital importancia al hecho de que una mujer pueda expresar libremente su deseo de quedarse embarazada sin miedo a que ello le quite posibilidades de optar a un puesto. El derecho de un trabajo digno y la libertad de ser madre.