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Ángel Holgado afirma que la metodología a través de nuevas tecnologías les será muy útil de cara al futuro HOY

El cambio atípico de curso supone un salto mayor para los alumnos que pasan a Bachillerato

Educación y Salud ·

Ya está abierto el plazo de matriculación para el próximo curso escolar, que se presenta aún más incierto en los cambios de etapa

Miércoles, 20 de mayo 2020, 22:59

El plazo de matriculación para el próximo curso escolar ya está abierto vía telemática o previa cita presencial para aquellas personas que no dispongan de recursos informáticos. Un cambio de curso atípico de cara a un próximo año que se presenta incierto y que supone un salto mayor para los alumnos que cambian de Primaria a la ESO o de la ESO a Bachillerato.

Éste es el caso del miajadeño Ángel Holgado, alumno del colegio Sagrado Corazón de Jesús y María Inmaculada, que finaliza 4º de ESO en Letras para comenzar en septiembre 1º de Bachillerato.

Para él esta tercera evaluación a distancia tiene como resultado un balance positivo, ya que ha sido muy divertida y les ha obligado a 'hacerse amigos' de las nuevas tecnologías, algo que les va a resultar muy útil a lo largo de su vida: «Los profesores nos enviaban tareas que pudiéramos realizar de forma amena, y nos comunicábamos mediante aplicaciones como Google Meet, que se utiliza para hacer videollamadas en grandes grupos, Telegram es parecido a Whatsapp, lo utilizábamos para resolver dudas, y Google Classroom, por donde nos enviaban las tareas».

Explica que sus profesores contactaban con ellos a la hora a la que tendrían que dar la clase en condiciones normales, y , mediante audios de unos 20 minutos, explicaban el temario y les indicaban los ejercicios que debían hacer y hasta qué fecha podían entregarlos. Una metodología que en esencia no implicaba mucha diferencia con respecto a las clases presenciales, ya que las clases incluían recordatorios del día anterior, explicaciones y dudas.

Aunque también es cierto que llegaron a hablar con algunos profesores para que bajaran el ritmo: «Tuvimos que pedir a algunos profesores que nos dieran más tiempo para entregar las tareas y nos han escuchado, del mismo modo que nosotros les entendemos a ellos. Algunos nos pedían las fotografías de los deberes con buena calidad para que pudieran leerlos bien, y así lo hemos hecho. Sí que es cierto que hemos notado un aumento de las tareas en comparación con las clases presenciales, hemos vivido todo tipo de situaciones, alguna semana en la que hemos tenido más tarea que en dos semanas presenciales, y les hemos tenido que pedir que parasen un poco». Y añade: «Todos hemos aprendido con este método tecnológico, en una clase el profesor está pendiente de todos, pero en una videollamada no puede. Se trata de llegar a un entendimiento».

Valores

Para Ángel las asignaturas más sencillas de llevar en casa han sido Historia, Inglés y Matemáticas: «En Historia hay que estudiar mucho día tras día, la profesora no nos ha hecho exámenes como tal, sino que teníamos que enviarle ejercicios y comentarios de texto para aprender esa metodología de cara a Bachillerato. En Matemáticas teníamos muchos días para hacer los ejercicios, es nuestro tutor y no quería que dejáramos las otras asignaturas atrasadas. En Inglés hemos podido practicar la base de 'speaking', 'writting', 'listening', pero además hemos probado nuevas metodologías, como ver trozos de películas y, a raíz de ahí, nosotros teníamos que inventarnos un audio en inglés, con personajes y texto, y enviárselo. Con los audios hemos perfeccionado 'speaking' y 'listening' y nos hemos reído muchos con estos trabajos». Aunque también ha encontrado complicaciones en otras: «La más difícil ha sido Lengua, es una asignatura que necesita una atención más constante por parte del alumno, al no tener la pizarra delante no reteníamos igual la información».

El estudiante miajadeño señala que estos nuevos métodos tienen la ventaja de poder escuchar las explicaciones mediante audios y repetirlas las veces que necesarias hasta enterarse bien, al mismo tiempo que dan libertad para hacer las clases a la hora que mejor le venga a cada uno, una flexibilidad beneficiosa para los alumnos y los profesores. Eso sí, los exámenes siempre mediante videollamada, para evitar posibles trampas: «Me ha resultado más fácil el aprendizaje desde casa, lo haces a tu manera, más tranquilo y sin presiones. Aunque es verdad que con mi edad ha resultado más sencillo que para niños pequeños que no tienen autonomía».

Destaca que los profesores desde un principio les tranquilizaron e insistieron en que lo más importante es la salud: «Nos dijeron que íbamos a trabajar del mismo modo que si estuviéramos en clase, la intención era simplemente subir nota, aunque en algunas asignaturas hemos tenido que dar algunos contenidos nuevos de cara a Bachillerato y teníamos que avanzar aunque nos costara un poco».

Reconoce que los compañeros se han echado de menos, pero esto les ha unido mucho más y se han apoyado unos a otros, ya que desde un principio crearon un grupo por el que hablaban cada día como si compartieran pupitre.

Sus expectativas para el próximo año son un poco confusas, como para todos los estudiantes: «El próximo año comienzo Bachillerato y, a pesar de que no vamos seguros al 100% dadas las circunstancias, sí que nos sentimos preparados para dar este salto. Puedo decir que el colegio Sagrado Corazón nos ha inculcado grandes valores, que es lo más importante que podemos aprender».

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