
El cura, Enrique Gómez, tras bendecir a una pareja gay: «Es un mundo al que es necesario acercarse»
IGLESIA ·
El párroco de Miajadas lamenta el «error» que ha cometido, pero defiende que su único objetivo ha sido «hacer el bien y evangelizar»IGLESIA ·
El párroco de Miajadas lamenta el «error» que ha cometido, pero defiende que su único objetivo ha sido «hacer el bien y evangelizar»ANA B. FERNÁNDEZ
Jueves, 16 de mayo 2024, 19:23
La bendición de una pareja gay en una iglesia de Miajadas ha desatado la polémica y ha obligado a la Diócesis de Plasencia a emitir un comunicado reprendiendo la acción.
No ha sido porque en una iglesia católica no se puedan bendecir matrimonios del mismo sexo. Eso es posible desde que el pasado año se publicó la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, que permite a los sacerdotes la bendición de forma pastoral.
El problema se ha dado porque el párroco que ha bendecido a la pareja, Enrique Gómez Rodríguez, no ha respetado las formas que se establecen en la citada declaración para ello.
«Precisamente para evitar cualquier forma de confusión o de escándalo, cuando la oración de bendición la solicite una pareja en situación irregular, aunque se confiera al margen de los ritos previstos por los libros litúrgicos, esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio. Esto mismo se aplica cuando la bendición es solicitada por una pareja del mismo sexo».
Esto es lo que dice el artículo 39 de la Fiducia supplicans y, según la Diócesis de Plasencia, «se contravinieron claramente», porque al parecer en la misma se utilizaron ritos similares a los de un matrimonio heterosexual. La pareja encendió velas, hubo público en la iglesia y el párroco vistió alba y estola.
De ahí el comunicado del Obispado de Plasencia. Aunque deja claro que «en ningún momento se trató de una boda, ni hubo intención expresa de simular sacramento, las formas contravinieron claramente lo dispuesto por la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, algo que no podemos aprobar».
Por eso, dice, «lamentamos, profundamente, el escándalo y la confusión que la aplicación incorrecta de la Declaración ha generado y puede generar».
También lo lamenta el párroco: «Ha sido error y lo siento», dice Enrique Gómez Rodríguez. Especialmente, por el daño que ha generado al obispo de Plasencia, Ernesto Brotóns, «que es un hombre bueno».
Sin embargo, a pesar de reconocer y lamentar lo que para él ha sido un «error», puesto que no ha respetado las normas establecidas para estos actos por la Iglesia, el cura de Nuestra Señora de Belén también dice que su único objetivo era «hacer el bien y evangelizar», porque desde su punto de vista «hay un mundo por evangelizar, una realidad en la que habría que estar». En definitiva, «lo que he pretendido ha sido mostrar cercanía a un mundo al que es necesario acercarse».
Un pensamiento y una acción que van en consonancia, de hecho, con lo que el párroco de Nuestra Señora de Belén defiende: «La realidad es un punto muy importante en el trabajo pastoral, y su función es evangelizar esa realidad». Lo dijo en una entrevista concedida en 2022 al Diario HOY. Enrique Gómez Rodríguez se preguntaba que, si se realizaban bendiciones a, por ejemplo, animales, «¿por qué no a una pareja gay o lesbiana? Hay grupos cristianos gays que pertenecen a grupos de la Iglesia y lo están pidiendo», argumentaba. En la misma entrevista también cuestionaba «¿por qué no puede acceder la mujer al sacerdocio? ¿O a ser diaconisa?».
La pareja, que no ha querido valorar la polémica suscitada, sí aclara que «no fue ninguna boda, sino una bendición autorizada por la Diócesis de Plasencia».
Desde el Obispado se deja claro también que «no negamos el valor de estas bendiciones, tal como ha reconocido la Iglesia en la citada instrucción». Simplemente, «afirmamos la obligatoriedad de que se realicen en el contexto y forma marcados por ella».
Por eso, concluye, «desde el momento en que se obtuvo noticia de los hechos, se adoptaron las medidas canónicas pertinentes», pero no detalla cuáles son. Fuentes consultadas por este periódico consideran que, más allá de la reprimenda pública, Enrique Gómez continuará oficiando misa en Nuestra Señora de Belén, en Miajadas.
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