Tras una temporada en la que han soñado alto con más ganas de fútbol que nunca, el Miajadas hace balance
fútbol tercera división ·
Aitor Bidaurrázaga, Edu Alonso, Rosiña, Álex Cañero y JuanFran hablan de la evolución del club y de lo que significa la 'Marca Miajadas'Tras una temporada en la que han volado y soñado alto, llegando a disputar un play off de ascenso a Segunda RFEF o Segunda B, los jugadores y técnicos del Club Deportivo Miajadas han mirado atrás para hacer balance de un año histórico que ha hecho resonar el nombre de la localidad.
Allá por el mes de octubre de 2020, tras una temporada 2019-20 marcada por el parón insólito derivado de la Covid-19, comenzaba una andadura en el fútbol llena de incertidumbre, más concretamente si hablamos de este grupo XIV de Tercera División: dos grupos en vez de uno, ahora con público y ahora sin público, aplazamiento de partidos por el virus,… Sin embargo, había algo que este virus no había podido cambiar: las ganas de fútbol, más vivas que nunca.
Directiva, jugadores y cuerpo técnico estaban deseosos de volver a pisar el campo, probar el balón y sentir el calor de la afición (aunque haya tenido que ser de forma intermitente). Su entrenador Aitor Bidaurrázaga, que volvía a dirigir al equipo cinco jornadas antes del parón Covid, habla orgulloso y algo emocionado sobre la trayectoria que han tenido sus jugadores este año: «Si nos llegan a decir en septiembre que íbamos a luchar por ascender de categoría, nadie lo habríamos pensado. Somos un equipo humilde y es un hecho histórico, así que los jugadores están muy orgullosos porque se lo han trabajado. Ha sido una temporada dura, con lesiones importantes como la de Tena, Damián o Lolo, y aun así han tenido arrojo para seguir compitiendo los que han estado y sacar el equipo adelante, que es lo importante».
El entrenador recuerda que empezaron compitiendo muy bien y terminaron la primera vuelta en puestos de play off, aunque en la segunda tuvieron un bache con muchos empates y al final acabaron cuartos. Pero en esta segunda fase al final fueron recortando y lo consiguieron, a pesar de enfrentarse a equipos como el Extremadura B y el Plasencia.
Un club resucitado

Y así llegaron a disputar el play off frente al Diocesano el pasado 23 de mayo. Un día en que el equipo dio la cara en todo momento, como dice el técnico, «llevando la eliminatoria al límite con las mismas opciones que su rival, aunque el empate no favoreciera a los de Bidaurrázaga. Sin embargo, tras la tarjeta roja que recibió en el minuto 68, fue Eduardo Alonso quien asumió el mando desde el banquillo.
El segundo entrenador, jugador de la cantera desde pequeño y ya convertido en técnico en su vuelta a Tercera en la temporada 2018-19, ha podido vivir todas las glorias alcanzadas por el equipo, pero también las caídas en picado: «Recuerdo el año en que bajamos de nuevo a preferente y 'navegamos' un tiempo por ella, llegando incluso casi a bajar. Dicen de broma que un partido frente al Santa Quiteria fue la clave para que el Miajadas siguiera con vida. A partir de ahí empezamos a ascender».
También presenció la entrada al club de la actual directiva, de cuyos componentes, grandes amantes del fútbol, alaba que fueran buzón por buzón repartiendo cartas para reordenar a los socios, reestructurándolo todo, captando patrocinadores, consiguiendo pagar la deuda que existía en aquel entonces,… resucitando el club. Además, hace hincapié en que siempre se han fijado como base la calidad de la gente de Miajadas, algo que no se hace en todos sitios, combinándola con la de nuevos fichajes como los de este año.
De Aitor cuenta que es un gran profesional consagrado en la categoría, con mucha experiencia, que se hace notar, querer y respetar a partes iguales.
De los jugadores, su segundo entrenador admira el hecho de que sean gente tan cariñosa: «Acogen a todo el que viene hasta el punto de que el recién llegado termina convirtiéndose en un miajadeño más. Es un ambiente ideal para el deporte porque, más que compañeros, forjan una amistad y se defienden entre ellos hasta el final, ESE es el fundamento del deporte».
La piña

Algo que corrobora uno de sus guardametas, José Luis Rosiña, más conocido por su apellido. El dombenitense ha cumplido su quinta temporada en el club y ya es uno más, tras vivir en sus propias carnes la evolución de estos últimos años y, más concretamente, de estos últimos meses: «Nuestro primer objetivo esta temporada era la salvación, porque somos un club humilde y no vivimos de ello, sino que la mayoría de los jugadores compaginamos el fútbol con nuestro trabajo, un doble esfuerzo. Pero al final esto ha tenido su recompensa, y mira dónde hemos llegado».
Reconoce, igual que el resto de sus compañeros, que el fin de temporada les ha dejado un sabor agridulce, puesto que tuvieron la siguiente eliminatoria en las manos y fueron eliminados incluso habiendo empatado 1-1 fuera de casa: «Bastantes hándicaps llevábamos ya. Pero para eso estamos, para hacerlo bien incluso cuando el equipo sufre, por tanto, estamos muy orgullosos de todo el trabajo que hemos hecho».
Álex Cañero, zarzeño recién llegado justo en febrero del 2019 aunque consagrado en las filas miajadeñas esta temporada, es uno de los ejemplos del calor que desprende el club: «Es una experiencia muy bonita la que he vivido con el Miajadas. Al llegar me acogieron desde el primer minuto como en casa, algo muy importante en un equipo: la piña. Mira, al final nos hemos encontrado jugando el ascenso para Segunda B, hemos hecho un gran trabajo, y eso al final te hace irte contento a casa.».
Por su parte, Juan Francisco Gómez 'JuanFran' es uno de los representantes de la casa, de esta 'Marca Miajadas': «Me quedo con el ambiente que tenemos entre nosotros, da igual que seamos de Miajadas o de fuera, compaginamos muy bien la experiencia de los mayores con las ganas de los más jóvenes, haciendo un equipo bastante fuerte».
Este «veterano veteranísimo» como él mismo dice, se vio alejado del terreno de juego tras una importante lesión en el ligamento cruzado desde octubre de 2019 hasta diciembre de 2020. Desde entonces se ha dedicado a demostrar a base de trabajo cómo ha recuperado el ritmo y el juego, sobre todo en una temporada fundamental.
Compromiso y trabajo

Está claro que los últimos años han sido una montaña rusa para el club, pero desde que comenzó a subir no ve la cima, porque continúa subiendo.
Un equipo repleto de buenos adjetivos, por boca de su entrenador Aitor Bidaurrázaga: «Sólo puedo decir adjetivos positivos. Son un grupo muy trabajador, muy comprometido, que se ha metido en la tarea siempre y que ha creído en lo que se ha trabajado. Aquí en el Miajadas he encontrado un compromiso que quizás en otros equipos en los que he estado no lo he notado. Hemos conseguido juntar un equipo que se lleva muy bien y el que trabajan todos a una, y eso se nota».
Ahora, con la cabeza bien alta, toca descansar y, poco a poco, pensar en la próxima temporada. La afición ya cuenta los días.

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