Desde la distancia: «¿Qué camino tomar en esta ventana inmensa que de pronto se abre ante ti?»

En un momento determinado la vida te cambia de la noche a la mañana. Un día cualquiera te levantas y resulta que la que ha sido tu compañera sentimental durante la friolera de cincuenta años y madre de tus hijos ya no está. Te quedas solo, rodeado y arropado por buena familia, tanto por mi parte como por la de mi mujer, pero, al fin y al cabo, solo. En mi caso, además, con un hijo viviendo en Madrid y el otro en San Sebastián.

Todo lo que nace muere, así es la vida. La muerte es la cosa más natural del mundo. Ya lo decía el poeta «Nuestra vida son los ríos que van a dar a la mar…».

De pronto se abre ante ti una ventana inmensa a la que te asomas y ves muchos caminos ¿Cuál de ellos tomar? Van pasando los días, te vas haciendo a la nueva situación y sin querer van viniendo hacia ti ciertos pensamientos. ¿Qué hacer? ¿Cómo te planteas la vida a los 75 años y con buena salud (de momento, claro)? Con carácter general esta situación no tiene nada de novedosa, multitud de ciudadanos están en la misma situación.

Sin embargo, sí tiene algo de especial los que hemos nacido en un sitio y vivido en otro. En mi caso, 14 años en Miajadas y 61 años en San Sebastián, de momento. También esta situación ha sido vivida por muchos conciudadanos que, en un momento determinado de sus vidas, las circunstancias les llevaron hacia otros horizontes lejos de Miajadas y echaron raíces por ahí. Es mi caso.

¿Es el momento de liarte la manta a la cabeza y volver al pueblo? ¿El buey es de donde nace, o de donde pace? ¿Dónde viviría mejor? ¿Me adaptaría a vivir en el pueblo después de tanto tiempo viviendo fuera? ¿Se parecen en algo San Sebastián y Miajadas? ¿De verdad conozco mi pueblo y sus gentes? No hay prisa, no hay prisa ninguna, pero sin duda son cosas que, sin querer, revolotean a tu alrededor.

Conozco gente que, en esta situación, ha tomado una decisión y otros que han tomado la contraria. Pero la vida de cada cual y sus circunstancias son muy personales, lo que vale para uno no necesariamente vale para otros. Sin duda, económicamente estaría mucho mejor en Miajadas, pero ¿en la vida es todo economía?

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