Desde la distancia: Un campo de golf convenientemente comunicado puede dar muchos puestos de trabajo

Uno se lleva sorpresas cuando hace un tiempo que no va a Extremadura. En alguna época de mi vida me ha pasado eso. Ya saben, hay momentos en los que las preocupaciones y ocupaciones familiares o laborales te absorben de tal manera que parece que no existe en el mundo otra cosa. Recuerdo que una de las veces que me pasó fue por los años en los que el campo se mecanizó. Los carros de mulas se sustituyeron por tractores. La plantación del tomate y su recolección se hizo a base de maquinaria y los hombres del campo cambiaron su esquelético cuerpo por barrigas prominentes y redondas; y sus caras acartonadas por el sol aparecían lisas y lustrosas como si se dieran todos los días un masaje a base de cremas francesas. El colmo fue ver que la gente iba en las cabinas de tractores con aire acondicionado, nevera y bebidas fresquitas y al alcance de la mano. Todo un acontecimiento.

Ahora, por estas causas del bichito de marras, también lleva uno un tiempo sin aparecer por la Laguna Nueva y sus alrededores. Por la información que nos facilita HOY Miajadas veo que alguna muchacha del pueblo ha sido seleccionada para representar a España en una categoría determinada de fútbol-playa. ¡Ahí es nada, playa y en Miajadas! No me extrañaría que cuando vuelva por ahí, y visto que Extremadura tiene más de 1.500 kilómetros de costa de agua dulce, hubiera unos excepcionales campos de golf en los que los 'hortolanos' de mi pueblo lucieran su tipo y su par como si de un Seve Ballesteros se tratara. Ya, ya, no me tiren piedras, ya sé que me van a decir que el agua se escasea y se necesita para otros menesteres. Pero ¿quién ha dicho que unas hectáreas de tomates dan más puestos de trabajo que un campo de golf, sobre todo si está relativamente cerca de una gran ciudad y convenientemente comunicado? Han de saber que hay gente que está dispuesta a pagar más por el metro cuadrado de chalé en primera línea de campo de golf que en primera línea de playa.

Nada, nada, queridos paisanos, comiencen a practicar ese nuevo deporte y verán que la cosa engancha. Eso de que era una cosa de ricos pasó a la historia. Lo mismo ha pasado con el tenis. Después en el bar discutan sobre el 'swing' y el 'putt'.