

ANTONIO GUTIERRO CALVO
Viernes, 20 de diciembre 2024, 20:49
Una vez preguntó una persona a otra «¿Cómo se escribe ayer, con h o sin ella?», «Sin h», respondió raudo el interpelado poniendo cara de satisfacción. «¿Y hoy?», preguntó de nuevo, a lo que el otro contestó «Con h, sin duda». «Ya ve usted lo que cambia la vida de un día para otro», dijo el interpelante.
Algo así le ha pasado a un servidor cuando, viendo el pleno del Ayuntamiento correspondiente al mes de noviembre, la concejal de ramo ha dado explicaciones sobre el borrador del Reglamento Regulador del Mercado de Abastos y sobre la ordenanza fiscal del uso de un espacio denominado 'coworking'. Uno que, aunque no lo parezca, tiene ya cierta edad, conoció las casetas y bancos que existían en la Plaza de España antes de construirse el Mercado de Abastos allá por 1957. Entonces, la denominación tenía su sentido, pues los Ayuntamientos correspondientes debían de abastecer a su población de víveres que, de otra forma, era posible que se vieran privados de ellos, puesto que la iniciativa privada no los proveía.
Hoy en día en realidad es posible que la palabra 'abasto' sobrara, pues en realidad no son otra cosa que, simplemente, mercados. Su función ha sido sustituida por los súper, híper y demás que cubren perfectamente su función. De hecho, hay bastantes ciudades en las que estos mercados están de capa caída y lucen puestos cerrados y abandonados a su suerte. Por estos alrededores conozco varias ciudades: Pamplona, Logroño, Palencia, en las que los llamados 'puestos' son más los cerrados que los abiertos. Su decaimiento es palpable. Además, poblaciones con más habitantes que nuestro pueblo carecen de él.
En todo caso, lo que más me ha llamado la atención es la denominación del espacio de uso común bautizado como 'coworking', nada más y nada menos. Supongo que tendrá su denominación en castellano, pero ese idioma se está metiendo en la cocina de las casas sin tocar la aldaba de la puerta. Si uno echa la vista unos años para atrás es posible que nos encontráramos con la frase de Fray Luis de León 'Como decíamos ayer' y viéramos hoy que aquellos vendedores de antaño que ofrecían por las calles de Miajadas tagarninas, ristras de lagartos, espárragos trigueros, ancas de rana, picón y demás, llevaran colgados en sus espaldas un cartel que dijera algo así como 'Black Friday' o 'Black weekend'.
Pronto veremos en las puertas de un 'parador' que venda sandías un cartel que diga 'Black Friday'. ¡Al tiempo!
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