La enfermedad del coronavirus no sólo ha traído consigo una crisis sanitaria sino también una situación económica y social sin precedentes en la historia reciente de este país. Antonio Díaz, alcalde de Miajadas, ha hecho un balance sobre la cuarentena en la localidad y los daños colaterales provocados por el virus.
¿Cómo están respondiendo los vecinos de Miajadas a esta crisis?
-Es una situación totalmente novedosa, nunca esperábamos que pudiera ocurrir, parecía que estas cosas sólo pasaban en las películas y hemos comprobado que puede ser, y es, una realidad. Está costando trabajo, un mes sin poder salir de casa, yendo sólo a comprar, sin poder hacer vida normal y sin poder ir a trabajar en la mayoría de los casos. Esto viene a demostrar que el ser humano, que se cree invencible, ha sido puesto en jaque por un virus, el mundo entero, y la única forma de combatirlo es con el confinamiento.
Los vecinos están respondiendo bastante bien por lo general, estamos haciendo bien los deberes. Los primeros días había cierta incertidumbre, el no creérselo, algunos salían a comprar todos los días, pero poco a poco han ido comprobando que estamos ante un problema grave. Es un virus que mata, por lo que la gente ha ido cambiando los hábitos, saliendo una vez en semana a comprar con la lista hecha, y salir lo menos posible.
Parece que según va pasando el tiempo y se comprueba esta realidad de cerca la gente se conciencia más.
-Parecía que aquí no iba a llegar, que era algo de China, Madrid, hasta que llegó. Hay mucha movilidad entre zonas, excursiones, viajes, contactos, las buenas comunicaciones, vacaciones, fines de semana,… Con el primer caso la gente comenzó a tomar conciencia, conocen a vecinos que han tenido la enfermedad, que han fallecido, y la gente se ha ido concienciando cuando lo han visto cerca.
¿Ha habido alguna situación de malestar social o problema con algún vecino?
-En general no ha habido muchos problemas, aunque siempre hay algún caradura. Cuando se han puesto denuncias ha sido porque esa persona es reincidente, primero se le ha dado un toque de atención, y la gente ha sido receptiva. En un establecimiento me contaban que un señor va cada día a comprar una guinda roja y una guinda verde, y finalmente se han negado a atenderle porque los mismos trabajadores están poniendo en riesgo su vida.
¿Siguen teniendo actividad en el Ayuntamiento?
-El Ayuntamiento ha pasado también por un proceso de adaptación. Cuando el estado de alarma comenzó, los servicios de obra y jardinería tuvieron reducción de horarios, las obras interiores se eliminaron, el personal de limpieza interior comenzó a trabajar de forma individual, y del personal administrativo del Ayuntamiento sólo iba una persona a trabajar, los demás lo hacían desde casa. Entre el lunes y el martes de esa primera semana tuvimos que hacer un esfuerzo grande, preparar ordenadores, equipos, sistema informático para adecuar el teletrabajo,…
En el segundo estado de alarma, vimos que no era necesario que esas personas fueran a trabajar, ya que era suficiente con que hubiera una persona en portería, alguien en registro y otro trabajador en el área de compras, los informáticos cuando hay un problema deben ir, pero ahora la mayoría está trabajando desde casa.
Las prioridades del Ayuntamiento han cambiado, las actividades habituales de cultura, festejos, deporte, obras, permisos de todo tipo, terrazas,… eso ha pasado a un segundo plano, aunque seguimos tramitando licencias, pero nuestra prioridad ha sido desde un primer momento realizar compras de material de protección. Una vez detectamos que nos había cogido desprevenidos a todo el mundo, a residencias, fuerzas de seguridad, sanidad,… decidimos comenzar a comprar material de protección, como guantes, mascarillas, geles desinfectantes, lejía o máquinas limpiadoras. Cada día buscábamos un proveedor, si nos podía servir 60 unidades pues bien, la cantidad que fuera posible.
Buscamos material para hacer batas, se han hecho 1.600 unidades a través de una sastrería de la localidad semi profesional, hay costureras que han hecho mascarillas desinteresadamente, hemos sido proveedores de material de los lugares donde tenían déficit y hemos estado llevando semanalmente material de protección a las dos residencias de mayores, Guardia Civil, Policía Local, a nuestro personal de ayuda a domicilio, ya que algunas trabajadoras, a pesar del riesgo, han continuado asistiendo a personas sin familiares. Ahora el abastecimiento se va normalizando, pero al principio fue muy difícil encontrarlo. Nuestro principal objetivo ha sido siempre intentar ayudar, hemos recibido donaciones de muchísimas empresas y las estamos redistribuyendo, cuando pase todo esto haremos un listado de todas las personas y empresas que han colaborado con el municipio para agradecerles ese trabajo que han realizado.
El desabastecimiento fue, y sigue siendo, un gran problema.
-Esto nos tiene que hacer aprender. Con este mundo tan globalizado donde se fabrica todo en China, hemos comprobado que si ese país, que es el principal proveedor, no puede servirnos porque fue el primero en caer en esta situación sanitaria, nos vemos sin poder autoabastecernos porque no tenemos industrias para ello. Al final los propios países o la Unión Europea tienen que hacer un nuevo planteamiento mediante el que no dependamos tanto de un único país que fabrica todo. Hemos comprobado que en nuestro país ha habido industrias que han dejado de lado su actividad habitual para adaptar su producción a las necesidades sanitarias, hasta el punto de que se podrían fabricar 10 millones de mascarillas al mes. Ahora lo que hay que hacer es priorizar la fabricación de material sanitario en nuestro país, de hecho el próximo invierno no sabemos qué va a pasar, porque aún no hay vacuna, y tener mascarillas y guantes se va a convertir en algo habitual.
Ahora se avecina otra crisis, pero económica.
-Hasta ahora la prioridad es salvar vidas, la única forma que había de conseguirlo era el aislamiento, ya que era fundamental no colapsar el sistema sanitario y para ello había que disminuir el índice de contagios, de lo contrario habría sido una auténtica catástrofe. Esto se ha conseguido a costa de no salir de casa, de cerrar negocios, de meternos en una recesión económica muy importante, hablando incluso del 8% sobre el PIB cuando estábamos teniendo algo más de un 1%. Esa es la segunda parte, hemos conseguido salvar muchísimas vidas, ahora hay que intentar que la crisis económica no se lleve por delante a todo un país, la crisis va a ser a nivel mundial. Tendremos que adaptar las Administraciones para ayudar a la gente que está en desempleo, que haya perdido los negocios, a las PYMES y autónomos para que no cierren, a las grandes corporaciones para que no despidan,…
Desde el Ayuntamiento, dentro de nuestras pequeñas posibilidades, hemos aplazado pagos de impuestos, como el IBI y el impuesto de vehículos, con el fin de que en mayo las personas ya puedan tener algún ingreso o recibir ayudas del Gobierno. Hemos suspendido el cobro de tasas, como transporte urbano, cursos y otras actividades, no se ha pasado ningún cobro de terraza en los establecimientos de hostelería, que son uno de los sectores más perjudicados. Si finalmente hay feria intentaríamos llegar a un acuerdo con los feriantes sobre el precio del suelo, vamos a estudiar algún tipo de exención o aplazamiento del pago del servicio de recogida de basura,… Todo sin hacer demagogia, siempre dentro de la Ley, con los impuestos que se puedan paralizar o eliminar, porque es muy fácil decirlo en un papel, pero jurídicamente hay que plasmarlo en un acuerdo. Estamos estudiando distintas cuestiones en las que profundizaremos cuando acabe la alerta sanitaria y vayamos viendo qué negocios abren y cómo evoluciona la situación. Nuestra prioridad será primar a quien más dificultades tenga, a los autónomos o trabajadores que más dificultades estén pasando.
Una vez finalice el estado de alarma no todas las actividades se reanudarán.
-Todos intuimos que la vuelta a la normalidad se hará de forma paulatina, aunque aún no sabemos cómo, se irán abriendo sectores en función de cómo funcione la apertura de los anteriores. No sabemos cómo van a retomar la actividad la hostelería y los bares, ya que las distancias de seguridad redefinirán las capacidades de los establecimientos a la mitad o incluso una tercera parte. Los empresarios están preocupados por el miedo de las personas a volver a entrar en un bar, por la pérdida de clientes porque haya personas cuya situación económica ya no les permita salir de bares, hay muchas cuestiones que influirán en ello, como la capacidad económica de los clientes y compradores.
El intentar impulsar la economía interna también depende de la economía de la sociedad.
-Esto es una cadena, como sucedió en la anterior crisis económica. Si la gente se queda sin trabajo no sale a los bares, compra menos ropa, y por ahí empieza todo. Ahora esperemos que ésta sea una crisis puntual y, como dicen los expertos, sea una crisis en V, que ahora estemos en el fondo porque no hay actividad, pero que cuando se retome vayamos subiendo y en año y medio o dos estemos recuperados, ojalá sea así. Todos debemos hacer un esfuerzo, concienciarnos y ayudarnos unos a otros. Este aislamiento está sirviendo para unirnos más, cuando salimos a aplaudir a las 20:00 hablamos con los vecinos, con los que apenas hablábamos antes, nos regalamos cosas, celebramos cumpleaños, esto tiene que servir para entre todos y, cuando llegue el momento, salgamos en nuestra localidad, compremos en nuestra localidad, nos tomemos las cervezas en nuestra localidad, en la mayor medida posible, con el fin de que salgamos todos de esto. Cuando podamos salir y llevar una vida normal, hay que hacerlo sin miedo y quitarnos ese estrés psicológico, porque llevamos un mes y medio encerrados, y ayudar al mismo tiempo al autónomo.
¿Qué proyectos tiene el Ayuntamiento para un futuro inmediato?
-Va a cambiar todo, teníamos prácticamente cerrado el borrador del presupuesto municipal, que contemplaba el funcionamiento normal del Ayuntamiento, como actividades culturales, festivas, lúdicas, de juventud, inversiones importantes en obras,… ese borrador lo podemos tirar a la papelera. Ahora hay otras prioridades, debemos intentar que el sector de la cultura y actividades lúdicas no se vean muy afectadas, ya que también son importantes, pero sí se verán reducidos ya que los actos multitudinarios estarán prohibidos durante mucho tiempo. Habrá que reconducir el presupuesto hacia otro tipo de actividades, sobre todo ayudas a colectivos, promocionar obras por Administración, es decir, empleo local, el Ayuntamiento realiza obras y contrata mucho personal que normalmente son ciudadanos de la localidad, o jardínería, por ejemplo. Priorizaremos este tipo de actividades donde sea muy importante la mano de obra, de forma que se reduzca el desempleo.
El programa electoral quedará en un segundo plano durante un tiempo porque ahora hay otras prioridades para reconstruir la economía local. Todo esto será explicado y daremos cuentas de todas las gestiones llegado el momento como ha sucedido en otras ocasiones.
Ahora mismo está todo en el aire, incluso el verano que se avecina será completamente diferente.
-Es que ahora mismo no sabemos nada, cerramos la piscina climatizada y ni tan siquiera sabemos si se podrá abrir la de verano, tenemos claro que no va a haber grandes acontecimientos masivos, pero no sabemos si las piscinas se contemplan en esos supuestos o no. A finales de abril no lo sabemos, incluso creo que sólo lo sabremos días antes de la fecha clave. Desconocemos qué pasará con las vacaciones, con los hoteles. Lo mismo sucede con las ferias, ¿habrá ferias en los pueblos? No lo sabemos.
De hecho Extremadura se caracteriza por las ferias de verano de sus pueblos.
-Exacto, además las ferias son algo que no ha faltado nunca. Una persona muy mayor contaba que incluso después de la Guerra Civil, cuando hubo tanta hambre y tantas penurias, no se paralizaron los festejos. No va a haber San Isidro, incluso lloviendo la gente ha salido a disfrutar un poco de la feria, había menos gente pero había. Este verano es una auténtica incertidumbre, al menos podemos dar gracias de que está lloviendo y están regando nuestros campos y estamos reservando agua para los pantanos. Tampoco sabemos cómo van a funcionar las fábricas, porque el sistema de trabajo será diferente, esperemos que cuando llegue la fecha del tomate la situación sanitaria esté más controlada, y que, como dicen los expertos, el calor mate al virus. Ahora mismo nadie tiene las respuestas.
¿Cree que España seguirá el modelo de Wuhan de 76 días de cuarentena?
-Pues llevamos ya un mes y medio, y al final yo creo que sí. Se va a ir prolongando el periodo de confinamiento, del mismo modo que se está haciendo en otros países, pero se irán relajando algunas cuestiones, como la salida de los niños, la posibilidad de comenzar a hacer deporte al aire libre y de forma individual, porque el deporte es salud, y al mismo tiempo se irá comprobando cómo va funcionando. Creo que, entre unas cosas y otras, nos iremos a finales de mayo, se irán relajando medidas, aunque con limitaciones.
En muchas ocasiones serán limitaciones autoimpuestas.
-Cuando acabe la cuarentena habrá gente que cambie sus hábitos, si este verano se permite ir de vacaciones, muchas personas preferirán no ir por miedo a volver enfermos, se quedarán en la piscina municipal, en caso de estar abierta, o en la piscina de un amigo.
¿Qué opinión le merece la fuerza con la que los mayores están afrontando esta situación a pesar de ser el sector más atacado de la población?
-Los mayores siempre nos están dando lecciones, son personas que históricamente lo han pasado peor, guerra, post guerra, hambre,… Son unos verdaderos jabatos, personas que lo dan todo por los demás. Están viviendo una situación complicada, porque no pueden ver a sus hijos ni a sus nietos, están solitos en casa y no salen, hay familiares que les llevan la compra pero no les ven para no ponerles en riesgo. Están demostrando que son un colectivo genial, lo están pasando mal porque ven las noticias, leen, no son tontos y saben que tienen un gran riesgo, pero siempre están de buen humor y poco a poco han ido desechando el miedo. Nos están dando lecciones de cariño e incluso están aprendiendo nuevas tecnologías con las vídeollamadas.
¿Qué mensaje le gustaría darle a los miajadeños?
-Pues hemos demostrado que estamos haciendo bien el aislamiento, después de un mes y medio el índice de contagios ha disminuido, no ha habido problemas de orden público, deseamos que no haya más fallecidos ni más contagiados. Esta situación está sirviendo para que nos conozcamos mejor entre los vecinos, algún día se acabará, venceremos al virus y saldremos de esta situación reforzados, poniendo en valor cuestiones que antes no apreciábamos. Lo importante es la salud, la convivencia y la amistad. La reconstrucción la haremos entre todos y espero que el año que viene, cuando recordemos esto por estas fechas, lo recordemos como un mal sueño de 2020.
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