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Francisco Ortiz.
Francisco Ortiz: «Hemos hecho una versión en inglés de ‘Éxodo’ para promocionarlo fuera de España»

Francisco Ortiz: «Hemos hecho una versión en inglés de ‘Éxodo’ para promocionarlo fuera de España»

El director miajadeño presenta mañana su filme en la proyección de cortos locales

Jairo Pino Mendoza

Viernes, 10 de febrero 2017, 19:00

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Mañana sábado se reanudará la proyección de cortos locales. Esta vez los espectadores podrán disfrutar de Éxodo, dirigida por Francisco Ortiz (Cáceres, 1988), a partir de las 21 horas. El director y guionista presentará su último proyecto. En él, ha utilizado los diferentes escenarios de la localidad además de contar con la colaboración de vecinos, amigos y entidades del pueblo para la realización de las producciones. El miajadeño mantiene una charla con este periódico antes de su tan esperada proyección.

- ¿Cómo fueron sus inicios?

- Tardé bastante en decidir empezar a estudiar arte dramático. Siempre me había gustado participar en las obras de teatro que se hacían en el pueblo y colaborar con grupos de música (de hecho, creo que me gustaba más cantar que actuar), pero nunca pensé en dedicarme a ello profesionalmente. Al acabar el Bachillerato, comencé la carrera de Empresariales y fue en la universidad donde me picó más el gusanillo, al entrar a formar parte de la compañía de la facultad. Por otro lado, en el colegio mayor donde residía había un grupo de teatro al que también me uní. Todos mis compañeros me animaban y me decían que tirara para adelante, que valía para esto, así que les hice caso.

- ¿Cuál es su trayectoria?

- Empecé en una compañía de teatro musical, Alquimia Teatro, cuando estaba en el segundo año de Artes Escénicas. Fue mi casa durante cinco años y todavía sigo colaborando con ellos en algunos bolos fuera de Madrid. Con ellos he estado actuando por todo el país con musicales como Moulin Rouge, West Side Story y Los Miserables, entre otros. Recuerdo con mucho cariño las actuaciones en el Gran Teatro de Cáceres y en Montijo, porque pudieron venir muchos familiares a verme. Mientras tanto iba haciendo mis pinitos frente a la cámara con varias series web (Vidas y punto y Basura en el Balcón) y rodando cortometrajes (Don Enrique de Guzmán, La escena nº 8). En televisión, mis primeros trabajos fueron dos capítulos piloto de dos series, Becarios y Balas Perdidas (con Pedro Casablanc, Bárbara Lennie, Nacho Vigalondo y Borja Cobeaga), pero no hubo suerte y al final los proyectos no salieron adelante por falta de presupuesto. Al poco tiempo, hice un casting para un anuncio de La Primitiva y ahí tuve más suerte. Si no juegas a la Primitiva, ni lo sueñes fue el título del spot. Como curiosidad, tengo que citar que grabamos en localizaciones muy especiales como Haro, los sets de rodaje de la serie Gran Reserva y La Rioja. En Cantabria, cerca de una aldea muy pequeñita, rodamos en la casa fantasmagórica de la película Los Otros de Amenábar. Hace unos meses, se estrenó en cines de Madrid y Toledo mi primera película El Manuscrito Vindel, con protagonistas como Beatriz Rico o Emilio Linder.

- ¿En qué etapa de su carrera profesional se encuentra?

- En este mundillo tienes que estar visible continuamente. Llevo actuando dos temporadas en Madrid todas las semanas con varios espectáculos de teatro y microteatro (Callar por no haber hablado, Desentonados, El perro de mi abuela y Lienzos malditos, entre otros) y seguiremos así prácticamente hasta el verano, intercalando bolos fuera de Madrid de teatro musical. Desde hace dos años soy profesor de teatro y doblaje en una escuela de audiovisuales de Madrid llamada Linterna Producciones. Nunca pensé en dedicarme a la docencia, pero a medida que ha pasado el tiempo le he ido pillando el tranquillo. Y es un trabajo que me permite compaginar bastante bien los ensayos y actuaciones. Después del verano pasado fiché con una representante, Olga Lorente, y he realizado algunas pruebas y castings para series y anuncios de televisión. ¡Deséame suerte!

- Claro que sí. ¡Nuestros mejores deseos para ti! Cambiando de tema, ¿qué se puede encontrar el espectador en Éxodo?

- No se va a encontrar un mundo de color de rosa. El espectador viajará al año 2020 y verá un contexto nacional muy distinto al actual. Por un lado, una España diferente, no monárquica, sino republicana; desunida y resquebrajada de norte a sur por los conflictos independentistas, ya que Cataluña ha conseguido la independencia; gobernada por grupos de izquierda extrema (apoyados por el pueblo, harto de tanta corrupción y de una crisis económica que no llega su fin); la aristocracia española y las clases pudientes viviendo atrincherados en refugios protegidos por el ejército, etc. Por otro lado, el estallido de una burbuja inmobiliaria en China hace que el mundo financiero cambie por completo. Por otro lado, los flujos migratorios provenientes del mundo árabe hacen que las principales potencias como Rusia, Estados Unidos y países europeos se enfrenten entre sí.

Corrupción

- ¿Cómo se le ocurrió la idea?

- Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de dirigir un cortometraje. Tenía muchas ganas de acercarme al cine y conocía a varias personas con equipo técnico y muchas ganas de trabajar. Personalmente, estaba muy descontento con la situación política. A principios del 2014, sólo hacía falta encender la televisión para darse cuenta del montón de dinero público que se había robado y, a su vez, gestionado horriblemente mal. Estallaban los casos de corrupción más polémicos, al mismo tiempo que se hacían los recortes más austeros. Había protestas y manifestaciones casi a diario, un momento bastante convulso a nivel civil. Fue la época en que se empezó a echar masivamente de sus casas a familias enteras. Recuerdo que estaba viendo en la televisión el caso concreto de una señora muy mayor que era desahuciada porque figuraba como avalista de la hipoteca de su hija, a la que también estaban echando de su casa por no poder pagar la deuda que tenía con el banco. En total, eran 6 ó 7 personas literalmente en la calle. Con todo y con tanto, tenían que seguir pagando la deuda después, sin más ingresos que la pensión de la abuela. Ella gritaba sin parar: ¡Chorizos, chorizos! Y, escuchando sus gritos, algo hizo click en mi cabeza y en cuestión de segundos relacioné un montón de ideas y el resultado fue Éxodo.

- ¿Superará la realidad a la ficción y seguiremos en el 2020 con los niveles de corrupción actuales?

- La realidad siempre supera la ficción. Que en España ha habido mucho guante blanco lo sabemos todos. Y parece que seguiremos unos años viendo cómo salen a la luz o se resuelven más casos de corrupción. Me asusta más a corto plazo la situación internacional. A este paso y escuchando las noticias a veces pienso que podríamos haber titulado al cortometraje Éxodo 2017 o 2018. Estados Unidos, Rusia, China, Siria, el auge de la extrema derecha en países como Alemania o Francia...

- ¿Qué acogida ha tenido en el tiempo que lleva emitiéndose?

- Realmente el cortometraje todavía no ha sido estrenado en ningún certamen oficial. Hicimos una proyección en Madrid el año pasado coincidiendo con la repetición de las elecciones generales, a finales de junio. De ahí en adelante, hemos trabajado en mejorar la producción todo lo posible y en realizar diferentes versiones para poder concursar en todos los festivales posibles. Actualmente, contamos con cuatro versiones de la película con una duración de 5, 10, 15 y 20 cada una y también traducimos la obra al inglés para poder presentarnos fuera de España. A partir del estreno en Miajadas, pondremos todos nuestros esfuerzos en mover el cortometraje por todos los festivales posibles.

- ¿Quiénes colaboraron para realizar el corto?

- En total, equipo técnico, equipo artístico y la gente de producción. Seríamos unas 65 o 70 personas. Y si sumamos todos los figurantes, perfectamente alcanzaríamos la centena de personas. Había dos equipos de producción, uno en Madrid y otro en Miajadas. De Madrid colaboraron dos productoras: Self-Service-Makers y Linterna Producciones. Además de un montón de gente joven con muchas ganas de trabajar como Rubén, al que le doy las gracias por aguantarme. Un equipo de dirección envidiable: Jacopo, Malillos y Mini. Gracias por haberme apoyado. Juanra, muchas parejas bien avenidas han pasado menos horas juntos que nosotros. Y, obviamente, esos pedazo de actores, el cuarteto insuperable: Rafa, Héctor y Manu (gracias por aguantar tantas perrerías). Susi, my sister in law. Esos bidones eran pan comido. En Miajadas, pues empresas y asociaciones de todos los ámbitos, aportando su granito de arena, de forma económica o presencial. Por supuesto, la sociedad de mi familia, Ángel Ortiz García, SL. Otras empresas a las que tengo que dar todo mi agradecimiento son Merabyte, Inpralsa, y Pelupets. Y también una mención muy especial a las asociaciones Comparsa Los Colegas.

- ¿Cómo fue volver a su localidad natal para rodar Éxodo?

- Lo mejor. Recibí mucha ayuda de Miajadas. Por parte del Ayuntamiento de Miajadas se coordinó todo a la perfección: policía, albergue, Casa de la Cultura y Espacio para la Cración Joven con Luis Parras). Y, por supuesto, los vecinos. Lo que recuerdo con más cariño son las personas que interpretaban por primera vez. Había unas secuencias que eran muy corales, unas tomas muy bonitas, de noche, y necesitábamos mucha gente para ambientarlo. Gente joven currando desinteresadamente, totalmente responsables cada uno en su área. Niños o gente mayor que no me hubiera imaginado, que estaba muy expectante y contenta. 8 y 9 horas de jornada aguantando de pie. Vecinos trayéndonos utensilios que creían que podían ayudar a ambientar mejor, artilugios antiguos de matanzas, sillas, mesas, etc. En definitiva, esa experiencia de trabajar con alguien que aun no habiéndose puesto nunca delante de una cámara, lo hacían con una entrega, con una dignidad que, de verdad, me llamaba muchísimo la atención y realmente lo estimo con mucho apego.

- ¿Le trata bien Miajadas y los miajadeños?

- Ver a tus padres, a tus hermanos, cuñados, primos, amigos, vecinos, a tu pueblo Gente que no te conocía, que no eran amigos tuyos pero igualmente venían a echar un cable ¿Cómo te sentirías? Pues muy querido. Se conjugó el apoyo de las personas tanto que tenían como actuar como las que se preocupaban de que todo estuviera perfecto. Y eso lo hace todo mucho más llevadero. En definitiva, gente que no es profesional pero que aguanta un montón de horas de rodaje sin quejarse. Eso tiene un valor muy importante. Me gustaría aprovechar este punto de la entrevista para citar a los miajadeños que me ampararon y arroparon en prestarme su ayuda. Mavi y Edu (mis brazos y mis piernas en Miajadas); David Mayoral, Pablete (conductor oficial del equipo); Chamizo, Valares y Eli (los productores perfectos); Cañamero (gracias por ese precioso caballo); Pedro y Gloria (que nos vamos de boda); Cisco (el más colega), Tony Alcarria y Teresa Carrasco (os echamos de menos y gracias por esa promoción). Y como no, familia Ortiz: Ángely Narcisa, Angelín y Gemma, Encarni y Víctor. Sin vosotros, esta aventura no habría sido posible.

- ¿Cómo se presenta su futuro como actor, guionista y director?

- Supongo que seguir luchando por tus sueños y esas cosas, ¿no? Es broma. No me gusta pensar demasiado en el futuro. Sólo pido trabajo y trabajo. Que dé para comer y ahorrar un poquito. Nada más. Y, bueno, una llamadita de Almodóvar o Bayona no estaría mal. El inglés es otra de las habilidades que me gustaría afianzar y que espero mejorar con clases y trabajando de nuevo en Londres el próximo verano. Ya estuve el año pasado y la experiencia me enamoró. Es muy importante para optar a pruebas a nivel internacional. Con las videollamadas, el mundo ha cambiado. Los castings online se hacen cada vez con más frecuencia. Como guionista y director, actualmente tengo en mente un proyecto, The End, una trilogía de cortometrajes. Seguramente necesite la ayuda de los miajadeños para sacar adelante la producción, así que ¡ahí lo dejo!.

- ¿Si tuviera que elegir una profesión de las tres anteriores cuál sería?

- Me cuesta decidir, así que intento dedicarle un poquito de tiempo a cada cosa: ratinos para escribir sobretodo. Tranquilamente. Y de momento la dirección, lo reservo para proyectos personales. Tampoco es cuestión de elegir sino también de ir recibiendo lo que se va poniendo en el camino. Obviamente, la actuación sería mi favorita, pero intento compaginar todo lo que puedo el teatro con la enseñanza, un nuevo camino que me gustaría seguir explorando. Me lo paso genial con los alumnos y aprendo muchísimo con ellos. Las emociones siempre están a flor de piel y recibir cada semana esas sensaciones y vivencias de niños, adolescentes y adultos, tan diferentes, te hace crecer y te nutre personalmente. Eso es muy positivo para el desarrollo actoral: beber de las experiencias ajenas para incorporarlas dentro de ti y poder utilizarlas en algún personaje.

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