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Mercado Fantasía Medieval Miajadas 2019 / CELIA GARCÍA
Magia, antigüedades y artesanía única en el mundo, el Mercado Medieval de Miajadas se convierte en un referente

Magia, antigüedades y artesanía única en el mundo, el Mercado Medieval de Miajadas se convierte en un referente

Sociedad ·

La fantasía que pone nombre al mercado cumplió con su misión, el centro de la localidad se convirtió durante tres días en un lugar no sólo de otra época, sino de otro mundo

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Martes, 12 de noviembre 2019, 20:51

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Los artesanos del Mercado 'Fantasía Medieval' llegaron el pasado viernes a Miajadas y se asentaron allí durante todo el fin de semana para trasladar a sus habitantes y visitantes a un mundo diferente, casi mágico, acercando sus costumbres y mostrando una forma de vida donde la artesanía y la naturaleza son el centro de todo.

El encargado de llevar toda esta magia y hacer de Miajadas un lugar diferente durante unos días es Constantino Baños, conocido en la feria como 'El gnomo simpático', que llevaba al hombro un 'loro con forma de rata'. Reconoce que, a pesar de la lluvia del sábado por la tarde, ha sido una gran feria: «Tanto los artesanos como el público han salido muy contentos. Los visitantes son muy variados, a unos les gustan los fósiles, a otros los ambientadores naturales, a otros la panadería gallega,… por lo que intentamos traer un poquito de todo para satisfacer todos los gustos. Miajadas es un pueblo que siempre responde bien al mercado medieval. La lluvia no es culpa de nadie, es algo que no se puede controlar, aun así, queremos instalar la feria en esta fecha porque es un tiempo en el que no hace calor ni demasiado frío, hay un ambiente agradable para pasear por el mercado y responde mejor el público».

Nada más llegar a la Plaza de España, un olor embriagador inundaba el ambiente y una sensación cálida arropaba las bajas temperaturas. El 'culpable' era el puesto de crêpes artesanos, y su responsable, la portuguesa Verónica Simoes, que aprendió la receta de su marido, de origen francés, cuya familia lleva todo la vida haciendo crêpes artesanos.

Otro puesto lleno de dulzura era el de Ignacio Colao, asturiano especializado en panadería y bollería gallega artesana, todo hecho en hornos de piedra. Sus tartas han tenido un gran éxito entre los miajadeños y visitantes, lo que le ha dejado un buen sabor de boca a él también, y confirma que, siendo éste su primer año, piensa repetir el próximo.

El olor del té y las infusiones de plantas medicinales se percibía incluso antes de llegar a ellas. Todas las plantas del puesto de Manuel Carrasco, alrededor de una centena de tipos diferentes, tienen propiedades y beneficios para la salud. Hierbas totalmente naturales, sin ningún otro componente, utilizadas para tratar desde el lumbago o el reuma, hasta las alergias o la depresión nerviosa.

Un gran descubrimiento en esta feria ha sido el puesto del artista José Manuel Jiménez, dedicado al reciclado de neumáticos y único en el mundo en hacer este tipo de trabajo. «Intento hacer cosas prácticas, desde joyería hasta artículos para la casa, como botelleros hechos con ruedas. Soy el único que decora neumático, es un material que necesita una pintura con una aplicación especial», explica el artista. Y añade: «Yo hago esculturas, como el dragón de la feria, por ejemplo y, a raíz de ahí, comencé a hacer otros productos con este material». Este extremeño afincado en Madrid, donde es muy conocido, vino a pasar unos días a su tierra y se enteró casualmente del Mercado, por lo que decidió participar y dar a conocer su trabajo en esta zona. Este peculiar artista del neumático tiene piezas y joyas vendidas en muchos países, y su deseo es impulsar su arte al resto del mundo.

La cosmética ecológica de Florencio Sierra, procedente de Acebo en la Sierra de Gata, tampoco ha pasado desapercibida. Elaborada a base de semilla de arroz, muy utilizada en Asia para restablecer la humedad de la piel y proteger de los agentes externos, de sésamo, que elimina impurezas y protege del sol, de carité, un elemento regenerador y protector solar, palmarosa para eliminar radicales libres, y cedro, que aúna la función regenerativa y exfoliante.

Los visitantes también han podido disfrutar de la cosmética natural del puesto de Reyes Gómez, cordobés natural de Valdelacalzada, cuyos perfumes están hechos a base de esencias. Aunque lo que realmente le identificaba era el olor que desprendían sus ambientadores naturales concentrados. «Sin duda, el producto estrella y que más estoy vendiendo es el ambientador con olor a ropa limpia, que dura hasta siete meses, es un olor que siempre gusta, que nos recuerda a nuestras madres. Aunque también elaboramos con olor a mango, naranja, lavanda, jazmín, o pasión de luna, que es un invento propio con olor a flores silvestres», explicaba el artesano.

Los ambientadores de cerámica con olor a 'bebé', del puesto de Mª de la Montaña Baños, también han causado sensación, dándole un uso diferente a este tipo de material.

Un puesto de cerámica más tradicional, aunque a su vez con productos innovadores, es el de Antonio García, sevillano que ha traído productos en exclusividad, como el platito de cerámica rallador, elaborado artesanalmente con pequeños piquitos labrados que sirven para rallar el ajo u otros alimentos directamente sobre el plato.

Pero ¿qué sería de un mercado medieval sin magia? Esa magia que sólo saben hacer los niños. Juan Ignacio Robles, responsable del puesto de magia, ha acercado a la localidad todo tipo de trucos para todo tipo de público, tanto niños como adultos. «El mejor truco es el que gusta más a cada uno, el que mejor se le da, aunque cada juego de magia viene con su correspondiente manual. La verdad es que los niños son magos excelentes», confiesa admirado.

En la feria los niños y niñas han jugado a ser magos, caballeros, príncipes, princesas, guerreros, guerreras, músicos medievales,… y qué mejor forma de hacerlo que con los juguetes clásicos de madera, traídos desde Mérida por Rafael Cabezudo. Las espadas, escudos, arcos, instrumentos y demás juguetes clásicos han formado parte del atuendo de los más pequeños, convertidos en personajes medievales por unos días.

Y un clásico que nunca pasa de moda son los Playmobil, ya sean princesas, dragones, caballeros, guerreros del siglo XV o guerreras del siglo XXI, réplicas de Mary Poppins o Freddy Mercuri. Cientos y cientos de figuras diferentes llenan el puesto de la malagueña Eva Playmoreis, donde los niños y no tan niños podían pasar horas mirando si poder decidir qué modelo escoger. La dueña del puesto explica divertida: «Los niños cuando llegan al puesto alucinan y parece que se les van a salir los ojos, los padres, al contrario. Sus hijos no saben por cuál decidirse porque siempre quieren llevarse varios. También vienen muchos coleccionistas buscando algo en concreto. El mundo Playmobil es un mundo inmenso». Para esta pareja también ha sido su primer año y no descartan volver a probar suerte la próxima edición.

Un puesto que no puede faltar en un mercado medieval es el de minerales y fósiles, no hay nada más natural que la madre tierra. Moulay Azzedin Hachimi ha traído a la localidad minerales procedentes de la zona del Sáhara, entre los que destacan el cuarzo, considerado el segundo diamante, muy demandado por su cualidad protectora, y la amatista, por sus buenas energías. Moulay reconoce que su favorita es la piedra vanadinita: «Es un mineral del que hay muy pocos en el mundo, trabajaba con él de pequeño, en mi pueblo. Su color es naranja o rojizo y marrón, con cristales muy pequeños y brillantes en su interior». Es considerado un mineral que tiene una fuerte conexión con el chacra de la tierra, situado debajo de la superficie terrestre, asienta el alma con el cuerpo físico. Aunque siempre hay coleccionistas que llegan buscando una piedra determinada, con unas propiedades concretas.

Y otra presencia casi obligada es la de los puestos de bisutería y amuletos que, como en la época medieval, siempre encierran una historia, creencia o superstición. Fernando Sagastegui cuenta que ahora está muy de moda el 'hilo rojo': «Según la leyenda, hay un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper'.

Siempre hay tiempo y lugar para magia, leyendas, cuentos e historias.

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