Cómo mantenerse ocupados durante el periodo de aislamiento: Una buena lectura
Sociedad y Salud ·
Un buen libro tiene el poder de evadir y transportar al lector a otro lugar, otra época y otro mundo, además de la capacidad de dar la mayor libertad entre cuatro paredes
Nunca hay que subestimar el poder de un buen libro, la capacidad casi mágica que tiene de evadir al lector y transportarle a otro lugar, a otra época e incluso a otro mundo. Y, para ser sinceros, eso es algo muy necesario en estos momentos, saber desconectar de toda durante un rato, del aislamiento y de todo lo que le rodea y nos ha llevado hasta esta situación.
A quien le guste leer sabrá de lo que hablo, conocerá esa sensación de meterse en un libro y vivir una historia, esa historia. Convertirse en un detective de los años 20 en las calles de Nueva York, en protagonista de una comedia romántica en París y acabar cayéndose al Sena, un gladiador de la Roma antigua o un planeta invadido por seres desconocidos (aunque este ejemplo no es el mejor a día de hoy). En definitiva, vivir historias que en la vida real no podrían ser posibles… o sí, ahí radica su encanto.
Pero, lo realmente importante, es saber desconectar, de todo: de la situación misma, de los memes de Internet, de toda la avalancha de información que nos llega a través del móvil,… olvidarlo todo por un rato y vivir algo completamente diferente, porque la mente humana también necesita descansar. Sobrellevar la sensación de agobio en casa, de la ansiedad que puede invadir a algunas personas.
Los niños también encuentran en los libros grandes aliados y ahora pueden serlo aún más. Disfrutar de un libro les puede ayudar a olvidar el confinamiento y, para los pequeños que aún no saben leer, sus padres pueden leer para ellos, representando la historia mediante gestos y entonaciones, algo que les hará reír y centrar su atención.
Una buena lectura
Una novela histórica, biográfica, de ciencia ficción, realista, fantasía, terror, misterio, satírica, novela erótica, policiaca, del oeste,… sin olvidar la literatura juvenil e infantil. Acompañado de una buena taza de café, de té, de cola-cao, o simplemente tu libro y tú.
Un libro acompaña aún en la mayor soledad y mejora la empatía de las personas, ya que, mediante sus historias, nos enseña a ponernos en la piel de los demás. Incrementa la capacidad de concentración y la creatividad, a la vez que proporciona entretenimiento. Es un entrenamiento para la memoria, de hecho, se puede proponer a los niños que no saben leer que, cuando acaben de leerles la historia, cuenten ellos mismos con sus palabras lo que acaban de escuchar, siempre y cuando no sea a la hora de dormir.
Del mismo modo, la literatura relaja, destensa los músculos y libera el estrés del cerebro, por lo que es un buen método para conciliar el sueño. Los libros constituyen una gran fuente de bienestar, ya que reducen el nivel de cortisol, una hormona que se libera como respuesta al estrés. Cuando se dice que un libro 'engancha' es porque hace liberar tensión y contribuye a relativizar los problemas.
Echamos de menos la libertad, pues la libertad que puede dar un libro entre cuatro paredes no la puede ofrecer nada más.
Vamos, que ya queda un día menos. #YoMeQuedoEnCasa
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