Cómo mantenerse ocupados durante el periodo de aislamiento: Limpieza de armario

Siempre hay una serie de tareas, pueden llamarse actividades si suena más agradable, que la gente sabe que tiene que hacer pero no tiene tiempo para ello, al menos esa es la excusa que suelen poner para no hacerlo.

Ahora la falta de tiempo no es una respuesta válida. Es cierto que hay muchas otras actividades que realizar, pero el periodo de aislamiento da para hacerlas todas, incluso las menos apetecibles, más aún si estos 15 días se convierten en alguno más. La cuestión es no dar más vueltas a la situación, después dependerá de cada persona escoger una forma u otra de hacerlo.

Una de estas tareas tan tediosas para algunos y tan entretenidas para otros, los menos, es la limpieza de armario, ya sea por cambio de temporada, de talla o de gustos.

En el cambio de temporada llega un momento en que hay que guardar los jerseys anchos de lana, los abrigos, y sacar, no digo la manga corta y los pantalones cortos, aunque en Extremadura es más o menos así, pero sí la ropa más ligera, la de primavera, una estación que en nuestra tierra está en proceso de extinción con el cambio climático.

La labor es peor cuando se cambia de talla, cuando al abrir el armario ves que nada te cabe o todo te queda grande. Si es por este motivo quizás sería recomendable esperar a finalizar la cuarentena, que en estos días el cambio de talla es muy probable, depende de cada persona, algunos optarán por comer más y otros por hacer más ejercicio. Pero, sea como sea, hay que ser sinceros consigo mismos, nada de 'esto volverá a quedarme bien' si realmente no estamos seguros de ello.

El cambio de gustos es más relativo, porque puede haber ropa en el armario de hace tres temporadas que nos haga pensar: «¿Cómo pude ponerme esto'', y ahí surge una segunda pregunta: «¿y si vuelve a estar de moda dentro de un tiempo?». Las dos respuestas son: «Sí, te lo pusiste, y te encantaba, tenías un gusto horroroso, qué le vamos a hacer». Y: «Si se vuelve a llevar y quieres volver a ponértelo, lo que querrá decir que volverás a tener ese gusto horroroso, vuelves a comprarlo, porque volverá a estar en tiendas».

Los más pequeños también pueden hacer esta actividad ayudando a sus padres, simplemente hay que coger dos cajas o hacer dos montones e ir dándoles prenda a prenda indicándoles dónde deben ponerlas. Los padres, hermanos o incluso ellos mismos pueden probarse esas prendas y así echarse unas risas.

La cuestión es ponerse a ello, recoger y guardar todo lo que no volvamos a utilizar, de modo que descongestionemos el armario a la vez que lo ordenamos y centramos nuestra mente en esa actividad incluso, por qué no, de forma divertida.

Vamos, que ya queda un día menos. #YoMeQuedoEnCasa