Cómo mantenerse ocupados durante el periodo de aislamiento: Panadería y repostería casera
Sociedad y Salud ·
El confinamiento ha hecho que las redes sociales se inunden de panes artesanales, dulces y bizcochos que han hecho las delicias de los amantes de la cocina y de los que nunca habían encendido el hornoSon muchas las nuevas aficiones que se han adquirido y descubierto durante este periodo de cuarentena, pero una de las más extendidas ha sido, sin duda, la panadería y repostería casería.
Los supermercados han visto cómo llegó un momento en el que la harina comenzó a desaparecer de los estantes con más rapidez que el papel higiénico y las cervezas.
Para los más rezagados que aún no se hayan dejado atrapar por la tentación, precisamente un día lluvioso como el de hoy es idóneo para utilizar el horno, ya que el tiempo no invita a salir a dar ese paseo aunque ya esté permitido.
Las redes sociales se han inundado de panes artesanales con distintas formas y sabores, dulces y bizcochos han hecho las delicias de los amantes de la cocina y de los que nunca habían encendido el horno, con levadura o sin ella, con gluten, sin gluten,…
Para endulzar la tarde con un buen bizcocho de zanahoria sólo se necesitan 4 zanahorias ralladas, 2 vasos de harina, 2 vasos de azúcar, 1 vaso de aceite de girasol, 1 sobre de levadura, 3 huevos, unas poquitas de nueces para el relleno (los vasos son los normales para agua). Para la cobertura es necesario 500 ml. de nata para montar (guardar en el frigorífico) y azúcar glass, opcional, 3 cucharadas. Mezclar todo bien con la batidora, después añadirle las nueces troceadas y meterlo al horno 40 minutos a 175º aproximadamente. Dejar enfriar en el horno mientras montamos la nata. Una vez se haya enfriado, cortaremos con mucho cuidado por la mitad de forma horizontal, de modo que nos queda la parte superior e inferior. Rellenaremos con la nata ya montada, le pondremos la parte superior del bizcocho y después extenderemos más nata por la superficie y decoraremos con algunas nueces.
El pan de toda la vida

Para hacer un pan crujiente y con mucha miga no es necesario ser un experto ni tener panificadora. La repostera manchega y alicantina Eugenia Rosillo, 'Las recetas de la Euge', comenzó a hacer su propio pan cuando apenas tenía 15 años. Sólo se necesitan 500 gramos de harina, 1 vaso (250 ml) de agua templada, 8 gramos de levadura fresca de panadero, 6 gramos de sal, 1 cucharada y media de aceite de oliva. En un bol echamos el agua templada, la levadura, la harina y la sal, y se amasa de forma continuada durante unos cinco minutos. Después ponemos el aceite, hacemos una forma redonda, lo tapamos con un bol de cristal apto para hornos, grandecito porque el pan crecerá, y se mete al horno a unos 220º durante unos 20-30 minutos. Al estar tapado con el bol se puede abrir el horno tantas veces como se quiera para comprobar si ya está dorado al gusto, porque no se va a bajar la masa. Al hacerlo tapado con el bol no es necesario precalentar el horno ni dejar fermentar la masa previamente (al final del artículo aparecen las fotografías paso a paso).
Simplemente pequeños placeres que el confinamiento nos deja disfrutar.
Vamos, que ya queda un día menos. #LoEstamosConsiguiendo
Pan artesano paso a paso elaborado por Eugenia Rosillo









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