San Martín de Porres adapta sus actividades terapéuticas a las condiciones de aislamiento

La residencia de mayores San Martín de Porres de Miajadas ha adaptado sus actividades terapéuticas a las circunstancias y condiciones impuestas por el aislamiento.

El terapeuta del centro, Oliver, ha reorganizado el planning de las distintas tareas para respetar la distancia de seguridad, como las clases de gimnasia, que ahora se llevan a cabo en cuatro salas diferentes en lugar de realizarla todos juntos como de costumbre, o las actividades de estimulación cognitiva, para la que reparten fichas de trabajo entre los residentes y estos las realizan en diferentes espacios de la residencia. Los mayores siguen cuidando de sus macetas y cuando el día está soleado, como la tarde del pasado jueves, aprovechan para dar un paseo por el jardín, charlar y contar chistes, chascarrillos y adivinanzas. Los residentes encuentran en él un buen espacio para respirar aire puro y distraerse del confinamiento, más aún ahora que está comenzando a florecer.

Esta misma semana organizaron un día de peluquería y belleza en el centro, ya que también les gusta verse bien aunque ahora no puedan recibir visitas. Eva y Diego, trabajadores del centro, montaron una improvisada peluquería de caballeros, mientras que las hermanas se convirtieron en esteticistas para depilar a las residentes.

Los mayores, así como los trabajadores, se encuentran bien y sin presentar sintomatología. Por su parte, el residente que presentó positivo se encuentra estable y continúa en aislamiento.

La situación en la residencia se mantiene tranquila y poseen esta filosofía en su día a día: «Juntos mantenemos la esperanza en que todo va a salir bien».