Dos personas atracan una sucursal a punta de pistola en Miajadas

A punta de pistola y con pasamontañas. Así, como si de una película se tratara, han entrado hoy dos atracadores en la sucursal de Caja Duero de la avenida de Trujillo, número 4, de Miajadas (Cáceres). Se han llevado una cantidad de dinero de entre 2.000 y 3.000 euros, en billetes de 20 y 50. Afortunadamente, no ha habido que lamentar ningún daño personal.

El suceso ha tenido lugar a plena luz del día, en torno a las 14 horas, y en pleno centro del municipio. La sucursal de la entidad está, además, a escasos metros del Ayuntamiento de la localidad. Los vecinos de la zona cuentan sorprendidos cómo casi nadie se ha percatado de nada.

Según fuentes conocedoras de la investigación abierta, a cierre de esta edición todavía no se ha logrado dar caza a los ladrones. Agentes de las fuerzas de seguridad del Estado y de la Policía Local mantienen un fuerte dispositivo de búsqueda de los atracadores. Las mismas aclaran también que es muy probable que no haya ninguna banda organizada detrás del atraco. Agentes del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil han estado realizando toda la tarde de hoy las investigaciones necesarias en las instalaciones de la entidad bancaria.

Los dependientes de las tiendas próximas a la sucursal han visto cómo han entrado dos personas con gorros de orejeras. Se han sorprendido por el calor que hacía en esos momentos. Paco Rodríguez es una de las personas que estaba realizando algunas gestiones en la sucursal cuando han tenido lugar los hechos. El miajadeño relata a este diario cómo han entrado dos personas con mucha prisa. «Se pusieron un pasamontañas y sacaron una pistola que no sé si era de verdad o de mentira», cuenta todavía asustado. Todos los clientes de la entidad que estaban en el lugar en aquel momento han sido encerrados en los baños durante tres o cuatro minutos hasta que un empleado bancario los ha sacado una vez que los atracadores ya habían huido con el fortín. El miajadeño asegura que cuando empezó a ser consciente de todo llegó a temer por su vida.

El modus operandi utilizado por los dos atracadores hacía mucho tiempo que no tenía lugar en la provincia cacereña.