Jairo Pino Mendoza
Lunes, 1 de agosto 2016, 19:36
Alba Vicente Moraño es una niña miajadeña muy peculiar con tan solo diez años. Tiene edad de hacer la comunión pero, a diferencia de los niños de su edad, prefirió hacer algo diferente ya que no simpatiza mucho con los valores católicos. La primera ocurrencia de sus padres fue dirigirse al Ayuntamiento de Miajadas para buscar una alternativa. Ante la negativa de este, tanto Alba como sus padres encontraron una solución.
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El pleno de la vecina localidad pacense de Vivares, a escasos ocho kilómetros, había aprobado recientemente una ordenanza para regular los denominados acogimientos civiles. Esta tiene como objetivo celebrar un acto solemne mediante el que los padres pueden presentar a su hijo menor de edad y hacer público su compromiso de educarle en los valores cívicos y los principios universales de igualdad, libertad y justicia social.
Alba y sus padres no dudaron ni en segundo en ponerse en contacto con el alcalde vivareño, Sergio Diestro Menacho, para la celebración del acto. Después de presentar la solicitud, Alba tuvo su acogimiento civil el pasado sábado a las 12.30 horas en la piscina municipal de la entidad local menor de Don Benito rodeada de sus familiares y amigos.
La ceremonia preparada con la colaboración de su familia fue muy emotiva. Contó con una primera parte en la que Sergio Diestro dio la bienvenida a los presentes y, en particular, a la acogida. «Alba, fuiste de las primeras en nacer en 2006, tu nombre significa que eres la primera luz del día antes de salir el sol y ahora eres la primera de la comarca y prácticamente de Extremadura que vas a celebrar esta ceremonia», comenzó la ceremonia el alcalde socialista. Posteriormente, Diestro procedió a la lectura de la legislación de diferente nivel que compete a la infancia.
Seguidamente, fueron dedicándole unas palabras sus padres, padrinos, abuelos y hermano pequeño. «Sergio ha aportado nuevos valores como son tus derechos y tus obligaciones como ciudadana y como persona, pero nosotros, tus padres y demás familiares, también queremos aportar nuestro granito de arena» dijo su madre Yolanda Moraño antes de regalar a Alba un bolígrafo y un cuaderno para que comience a escribir de su puño y letra el libro de su vida. El Ayuntamiento vivareño también obsequió a la pequeña por ser la primera en celebrar esta tipo de ceremonia con el libro El Principito del autor francés Antoine de Saint-Exupéry. Por último, se procedió a la firma de la carta de ciudadanía universal por parte del alcalde y los padres y testigos de la miajadeña.
Ahora Alba quiere que todos los niños de su generación conozcan su historia y que su acogimiento civil sirva de precedente. De momento, Vivares tiene algunas solicitudes más. Alguna incluso curiosamente desde fuera de Extremadura.
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