

Jairo Pino Mendoza
Jueves, 7 de septiembre 2017, 18:33
El episodio de agosto de 2014 ha vuelto a repetirse tres años más tarde. Numerosos peces en edad adulta han aparecido muertos en la charca del parque Laguna Nueva debido al descenso de oxígeno provocado por las inusuales temperaturas registradas en el mes de junio de este año.
Para prevenir que las muertes vuelvan a ocurrir en el futuro y a pesar de que la gestión para terminar con tal situación corresponde a la Junta de Extremadura y a la sociedad de pescadores de la localidad, el Ayuntamiento tomará una serie de medidas recomendadas por la sección de pesca de la dirección general de Medio Ambiente.
Son básicamente dos. Por un lado, la apertura controlada y periódica del desagüe de fondo durante el inicio del periodo de lluvias para la descarga de sólidos sin remoción de lodos en el vaso. Por otro, la instalación de equipos ligeros de agitadores y aireadores específicos para la acuicultura, al menos antes y durante los episodios con alerta de altas temperaturas y fenómenos atmosféricos asociados a bajas presiones como tormentas o días nublados.
Aunque el Partido Popular ha propuesto la limpieza del fango del fondo como solución, el alcalde, Antonio Díaz Alias, ha detallado que «desde la sección de pesca, se desaconseja la retirada de lodos mediante el vaciado total o parcial de la laguna, ya que la remoción de los lodos puede poner en disolución una carga elevada de nutrientes, favoreciendo la presencia posterior de vegetación acuática flotante y sumergida, de tal manera que se complicaría el ejercicio de la pesca».
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