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Procesión del Jueves Santo en 1946, a la que solo acudían hombres.
Al olor de las azucenas: recuerdos de la Semana Santa miajadeña

Al olor de las azucenas: recuerdos de la Semana Santa miajadeña

La Semana Santa la siento unida a don Juan y a la poesía 'La Pedrada', de Gabriel y Galán. La que comienza: 'Cuando pasa el nazareno...'

antonio gutierro calvo

Martes, 27 de marzo 2018, 08:22

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En Miajadas las procesiones han tenido siempre una gran aceptación. Incluso rogativas, si se les puede llamar procesiones. Siempre me gustaron así con su música estremecedora. Ya sé que para muchos es sólo un rito de los muchos del catolicismo, pero confieso que las procesiones de mi pueblo siempre han sido una de mis debilidades. Incluso aquellas novenas a María del mes de mayo con las flores y las azucenas me gustaban («con flores a María que Madre nuestra es», ¿recuerdan?). Aún tengo presente el olor de las azucenas que se cortaban en la base de los troncos de los olivos cuando estos se abrían y las mujeres llevando ramos de flores a la iglesia.

De todas formas, la Semana Santa la siento unida a don Juan y a la poesía La Pedrada de Gabriel y Galán. Aquella que comienza diciendo: «Cuando pasa el nazareno, de la túnica morada, con la frente ensangrentada, la mirada del Dios bueno, y la soga al cuello echada». Recomiendo su lectura, es preciosa. Toda ella me la aprendí de memoria y aún hoy recuerdo la inmensa mayoría.

Decía y me refería a don Juan porque me es imposible no unir una cosa con la otra. Recuerdo la Procesión del Silencio, la de los hombres y la de las mujeres. Aquellas filas de hombres renegridos por el viento y el sol de los canchales y las jesillas, recién lavados y peinados, con la cabeza descubierta, sin bilba y sin gorra, portando un cirio en la mano con sus mejores ropas de domingo con la gente incorporándose a la fila al pasar por la plaza mientras don Juan echaba una mirada airada al bar que mantenía las luces encendidas. La procesión de Viernes Santo con las mujeres enlutadas luciendo velo y peineta con ese olor tan típico a colonia de las mujeres de mi pueblo cuando van a misa o a alguna función religiosa y que nunca he conseguido averiguar su nombre pero que permanece en mi memoria olfativa y que tanto me gusta.

Tiempos en el que las procesiones siempre hacían el mismo recorrido hacia la iglesia de Belén, cine Goa de invierno, hacia la plaza de la Llanada y de ahí hacia la iglesia Santiago, ¿o me falla la memoria? Por favor, sigan manteniendo las procesiones, evocan muchos recuerdos.

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