Vecinos expropiados por la presa del Búrdalo reclaman zonas recreativas
El embalse empezó a construirse en 2009 en el término municipal de Escurial y no se ha hecho ninguna construcción de uso lúdico en el entorno
REDACCIÓN HOY MIAJADAS
Lunes, 9 de julio 2018, 14:25
Escurial es un pequeño municipio situado en la mancomunidad Zona Centro de la provincia cacereña que limita con otros pueblos como Robledillo de Trujillo, Villamesías y Almoharín. Todos ellos tienen en común que no superan los 2.000 habitantes y que en la última década han sido testigos de una gran obra: la presa del Búrdalo, en la cuenca del río Guadiana, con una capacidad de 79 hectómetros cúbicos.
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Esta obra, declarada de interés general y recogida en el Plan Hidrológico Nacional, se empezó a ejecutar en la primavera de 2009. Para ello, fueron expropiados forzosamente los terrenos pertenecientes a vecinos de la zona. Era necesario para realizar un embalse cuyo principal objetivo es regular el río Búrdalo, garantizar el agua en la zona y mejorar las expectativas de las hectáreas de regadío. Además, entre las actuaciones complementarias, destacaba la puesta en marcha de zonas de recreo y carácter ambiental. Sin embargo, hoy no hay nada de eso y algunos de los afectados por la expropiación han decidido empezar su particular lucha.
Es el caso de Federico Pérez Piñar, que fue director provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Cáceres. Hoy, ya jubilado, vive en Escurial. A él le expropiaron una finca familiar de 71 hectáreas. Le dieron aproximadamente 15.000 euros por ello. «No me quejo del dinero que recibí, sino de que no se haya hecho nada en materia de usos recreativos», lamenta Pérez, quien ha enviado una carta a la Confederación Hidrográfica del Guadiana y a los ayuntamientos de Miajadas, Escurial, Robledillo de Trujillo, Villamesías y Almoharín. Lo ha hecho con el objetivo de reivindicar permisos y muelles para embarcaciones, instalaciones para los aficionados a la pesca o senderos que permitan la práctica de diferentes deportes.
Apunta que para ello son necesarias dos medidas: establecer una línea de energía eléctrica y construir una carretera de doble sentido para comunicar la presa con la autovía A-5. En su escrito destaca que «la puesta en marcha de instalaciones recreativas sería un atractivo turístico capaz de recibir a numerosos visitantes».
Ante su misiva, por el momento sólo ha recibido respuesta del Consistorio miajadeño, que apoya su reivindicación. A ella también se unen otros vecinos como José María González, un aficionado a los deportes acuáticos que actualmente vive en Cáceres. A su esposa le expropiaron 100 hectáreas y también lamenta que en la zona no se haya hecho nada. «A nosotros nos comunicaron la expropiación hace 17 años y se hizo efectiva en 2010», detalla González, que pertenece al Club Ibérico de Vela de Orellana . «Estaría bien que dotaran a la zona de recursos para practicar vela ligera, deportes como el kitesurf o windsurf», reivindica.
Próximas obras
Desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana, su presidente, José Martínez, asegura que van a llevar a cabo actuaciones medioambientales complementarias en la zona, aunque no concreta plazos. Simplemente apunta que «el desarrollo de una presa puede durar hasta 25 años y su principal objetivo es generar un almacenamiento de recursos».
Alude a dos fases, pero ninguna de ellas ha empezado a ejecutarse. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) sacó a licitación por 1.556.431 euros la primera. «Ya se ha adjudicado y estamos a pendientes de la firma del contrato para iniciar las actuaciones», afirma Martínez.
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En cuanto a la segunda fase, asevera que dependen de los presupuestos de la Dirección General de Agua del Ministerio y «en el momento que haya disponibilidad presupuestaria se hará». Lo que sí aclara es que dentro de las actuaciones complementarias no hay contemplados ni centros sociales, ni muelles para embarcaciones. «Otra cosa es que la iniciativa privada proponga esas actuaciones y si cumplen con la normativa se lleven a cabo», matiza.
Por su parte, Federico Pérez detalla que «ha habido grupos inversores interesados en la zona», pero matiza que «ante la falta de actuaciones no se han podido realizar».
En cuanto a los trabajos futuros que contempla la Confederación Hidrográfica del Guadiana, destacan la deforestación y el desbroce del vaso de la presa, así como la puesta en marcha de medidas para mejorar el hábitat de la fauna con la instalación de islas artificiales y posaderos para aves.
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Martínez adelanta que se van a ejecutar trabajos complementarios sobre los muros de piedra y los cerramientos en el vaso del embalse, así como de prospección arqueológica para detectar posibles restos antiguos de estructuras enterradas. A ello se sumarán algunas zonas verdes, senderos y un centro de interpretación.
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