La maquinaria agrícola es cada vez más grande o moderna con el paso del tiempo.

'¿Cómo está el pueblo?' es la pregunta obligada de cada verano en Miajadas

«Estas personas te dicen que más de uno compite con quién se hace la casa más grande o la ‘segunda residencia’ en el campo»

REDACCIÓN HOY MIAJADAS

Sábado, 25 de agosto 2018, 10:08

Es la pregunta que, invariablemente, muchos tendrán que responder a la vuelta de haber pasado unos días en Miajadas con motivo de las Fiestas de Agosto. Sin duda, aparecerá en la narrativa la salud de los familiares, lo gordos que están la gente que trabaja en el campo en contrapartida a otros tiempos, el calor y los inevitables mosquitos, lo limpia que están las calles -sin regueros de paja como en otras épocas-, lo baratas que resultan las cañas con tapa, la cantidad de maquinaria y tractores que hay en el pueblo, los cochazos que se ven aparcados por aquí y por allá como si los regalasen y el encuentro casual con algún amigo de la adolescencia que hacía muchos años que no veías. Es lo que ve uno a simple vista, con ojos de turista.

Publicidad

Pero si la mirada se vuelve algo más informada, más cercana; si hablas con gentes que tienen alguna visión más profunda, porque están en una atalaya determinada y están o han estado mucho tiempo en ella, tu visión de turista se enriquece con esa realidad que no es tan aparente.

Estas personas te dicen que hay gente con un buen capital, que compran tierras en otros términos municipales para rentabilizar la inversión hecha en maquinaria; que hay algo de competición de a ver quién tiene el tractor más grande o la maquinaria más moderna; que más de uno compite con quién se hace la casa más grande o la segunda residencia en el campo. Todo ello es compatible con quien vive de una modesta pensión, con quien necesita la ayuda de Cáritas y con quienes van tirando con sus modestos trabajos, fijos u ocasionales.

En mi caso particular lo que más me gusta es comprobar que cada vez hay más gente que va a la universidad; que las instalaciones deportivas cada día son mejoradas y ampliadas; que cada vez veo más asociacionismo cultural y deportivo (no sé si tanto económico); que no se pierde la costumbre de barrer y regar el frontal de casa.

Y lo que menos, sin duda, ese cierto abandonismo de algunos edificios -muy visibles algunos de ellos- y ese número de viviendas vacías (655 según la memoria del Plan General), algunas, en estado lamentable. Sin ánimo de crítica, estimo que el Ayuntamiento debiera mejorar su sensibilidad hacia ciertos temas de edificación.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido

Publicidad