La nueva normalidad en Alonso de Ojeda

Desde que comenzó la 'nueva normalidad' Alonso de Ojeda ha visto cómo poco a poco el pueblo ha ido recobrando vida y sus vecinos van recuperando su forma de vida.

Miguel Ángel Hoyas, alcalde pedáneo, cuenta que los alonseños están llevando muy bien las medidas y que, aunque cuando permitieron las salidas de casa había bastante gente en comparación con la vida normal anterior al confinamiento, la situación ya se ha normalizado, más que nada porque tienen que ir a trabajar: «Aquí la gente se dedica al campo, la agricultura, por lo que al final tienen que trabajar y salir, y están llevando la vida más o menos igual que otros veranos».

La gente sale al bar de la localidad, que abrió el 11 de mayo con todas las medidas de seguridad para los clientes, una forma de despejarse los fines de semana y algunos días de diario, y se despejan. De las dos tiendas de alimentación, una cerró unos días durante la etapa más dura de la pandemia, por seguridad para su salud, mientras que la otra siempre ha estado abierta, y Miguel Ángel agradece tanto a una como a otra que hayan estado ahí para facilitar la vida de los vecinos. Lo bueno es que, a pesar de la crisis, ningún negocio se ha visto obligado a cerrar.

Aunque esta normalidad llegó de un modo diferente a la localidad, ya que coincidió con las fechas de sus fiestas de San Juan, eso sí, sin poder celebrarlas por primera vez. El Ayuntamiento decidió no hacer ninguna actividad para no movilizar a la gente, e incluso la Iglesia optó también por suspender la misa en honor al santo. Aun así, dentro de lo permitido, varios alonseños se animaron a hacer alguna hoguera, algunos dentro del patio de sus casas y otros participaron en una pequeña hoguera donde quemaron unas cosillas: Hubo poca gente, fueron más bien hogueras privadas entre familia o amigos. Aquí en Alonso de Ojeda tenemos mucha tradición con la noche de San Juan y las hogueras, aunque el año que viene lo cogeremos con más ganas». Dicen que a San Juan hay que pedirle algunos deseos y quemar lo malo que haya pasado ese año, y este año hay mucho que quemar.

Después de todo lo vivido, alegra ver que el pueblo vuelve a la normalidad, pero Miguel Ángel no ha querido dejar pasar la ocasión para acordarse de la vecina fallecida en el momento más crudo y mostrar su apoyo a los familiares. Esperando al mismo tiempo que la situación mejore y agradeciendo a los vecinos su colaboración y buen comportamiento.