Los clientes estaban deseando que la peluquería Donna volviera a abrir sus puertas C.G.F.
Los pequeños negocios de Miajadas están dispuestos a resistir la crisis económica
Sociedad y Economía ·
Raquel Sánchez: «Todas las crisis han traído nuevos negocios y oportunidades, estamos haciendo mucha promoción, la gente nos conoce y confía en nosotros, están optando por el comercio local y eso se agradece»
Dicen que la crisis trae el cambio, y que la calma va precedida por la tormenta. Sin embargo, hasta llegar a ver el arcoíris antes tiene que llover, y hasta poder comprobar el cambio, hay que saltar del gris al negro, para pasar otra vez por el gris antes de llegar al blanco. Y ahora, después de la oscuridad, llega el cielo gris en pleno verano.
El coronavirus ha dejado un patente daño colateral, una gran crisis económica aún mayor que la vivida en 2008, cuyos mayores damnificados han sido, sin duda, los autónomos. Los pequeños negocios de Miajadas lo han vivido de primera mano en un municipio donde el comercio local siempre se ha hecho notar.
Raquel Sánchez, presidenta de la Asociación de Empresarios y Comerciantes de Miajadas y Comarca y propietaria de la tienda 'La Canastilla', comenta preocupada que en un principio llevaron mal el tener que cerrar, ya que no sabían a qué atenerse: «La primera semana tuvimos una gran incertidumbre, después vimos que había algún tipo de ayudas, y a algunas personas no les han cobrado el alquiler del local, otros han pagado la mitad,… Pero lo peor fue abrir en la Fase 0, no sabíamos cómo iba a transcurrir todo, teníamos que buscar mucha información, al final nos adaptamos a lo que el BOE indicaba, intentando ponerlo cien por cien en práctica».
Cuando se decretó el estado de alarma acababan de recibir todo el stock de primavera e incluso había empresarios que tenían la tienda llenas de cajas sin abrir, y seguían recibiendo, los que pudieron devolver pedidos lo hicieron, y otros se lo han tenido que quedar.
A estas alturas no saben qué hacer con las rebajas, ya que éste es un año complicado: «Habrá comerciantes que no quieran desprenderse de esa mercancía porque ni tan siquiera han pasado por el estado normal, y otros que necesiten liquidez y prefieran rebajarlo. Nos reunimos todas las asociaciones y empresarios para pedir que las rebajas se unificaran, pero finalmente no se ha llevado a cabo, así que cada uno pondrá las rebajas como mejor le vayan, al fin y al cabo es algo muy personal y cada persona tiene su situación», explica Raquel.
Oportunidades
Montse Franco comenzó a trabajar en Gabhana el día de su reapertura
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Algunas empresas de Miajadas han cerrado porque ya estaban mal, otras porque los dueños han encontrado otros trabajos,… pero van a surgir otras nuevas cuyos dueños han tenido que reinventarse. Tal y como afirma la presidenta de ACOMIC: «Todas las crisis han traído nuevos negocios y oportunidades».
El gigante de Internet se ha consolidado más que nunca durante el estado de alarma, generando una controversia aún mayor con respecto al pequeño comercio, ya que la mayoría de los artículos que se han vendido por Internet no eran catalogados de primera necesidad, algo que ha hecho mucho daño al comercio local que no dispone de venta online, aunque en parte lo entienden: «Las cosas de primera necesidad la gente las ha comprado en los pueblos, hay cosas, como por ejemplo manualidades para entretenerse, que la gente ha adquirido por Internet porque no podía comprarlo en tienda. Incluso mucha gente aquí en el pueblo ha aprovechado para hacer su página web, para intentar vender y servir a domicilio, porque era lo único permitido».
Reconoce que la gente ha tardado en coger confianza y al principio salían con miedo, hasta que se han ido adaptando a la normalidad. Destaca que la primera semana vendieron más porque la gente fue a comprar cosas que necesitaba, pero después ha ido todo más paulatino. Saben que la crisis ha afectado a toda la sociedad y que muchas personas se encuentran en un ERTE y están viviendo una situación delicada, por lo que las condiciones económicas de todo el mundo han cambiado, al fin y al cabo no deja de ser un círculo. Confían en que ahora vendrán familiares que viven en Madrid, San Sebastián, Barcelona,… personas que siempre consumen mucho en el comercio local. Incluso creen que llegará más gente que otros años porque buscan la tranquilidad, y darán un empujón económico.
A pesar de todo los empresarios miajadeños están muy contentos porque la gente está apostando mucho por el comercio local: «Nosotros también hemos hecho mucha publicidad, estamos promocionándolo, además la gente nos conoce y eso da seguridad, ven que terminas y friegas, desinfectas,… están optando por el comercio local. Ahora quizás, al disponer de nuevo de movilidad interprovincial, haya más movimiento, pero nosotros vamos a apostar por nuestro comercio. Incluso gente que quizás no era tan dada a comprar en la localidad, han optado por hacerlo, y eso es de agradecer», afirma Raquel.
La propietaria de 'La Canastilla' opina que la sociedad y la economía van a tardar mucho en levantar: «En la crisis del 2008 lo tenías controlado, en ésta no sabes lo que va a pasar, más aún viendo que está habiendo rebrotes y sin saber si va a haber un segundo confinamiento, aunque sea más light. Pero, hasta que no haya vacuna, no vamos a poder estar tranquilos. Nos va a costar años recuperarnos, años».
Negocios activos durante la cuarentena
El estanco donde trabaja Pedro y la frutería de enfrente eran casi los únicos abiertos en marzo y abril
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Pedro Ruiz, trabajador del estanco 'Masa' recuerda la sensación cuando su establecimiento era casi el único abierto en toda la calle: «Es un ejercicio de responsabilidad, era muy raro ver la calle vacía, sólo estaba la frutería y nosotros, pero hay que estar al pie del cañón. El consumo de prensa se ha reducido, ha bajado todo, la gente tenía miedo, había muchos controles de Guardia Civil y Policía Local, cosa normal dada la situación, pero quizás por eso no salían a por la prensa».
Mª Teresa Loro, dueña de la tienda 'G+G Tallas grandes' explica que además de la tienda tienen un taller de confección que han utilizado para confeccionar batas y mascarillas solidarias durante la cuarentena. Han colaborado con el grupo 'Costureras solidarias', que ha repartido mascarillas por toda España, y con el Ayuntamiento de Miajadas, con el que han trabajado un total de 40 mujeres que por fin pudieron conocerse la pasada semana.
Son pocos los afortunados que han podido seguir trabajando desde marzo. Pedro Vicente, uno de los dueños de la 'Pastelería Vicente' e Inés Tello, de 'El Jardín de la galleta' cuentan que, aunque tuvieron que cerrar sus respectivas cafeterías, pudieron seguir elaborando dulces y tartas, realizando envíos a domicilio por encargo para el Día del padre, de la madre, Semana Santa y cumpleaños.
Aunque trabajar durante el estado de alarma también creaba mucha inquietud dadas las circunstancias. Raquel Marroquín, dueña del Centro Óptico Miajadas confirma que ellos siguieron funcionando, ya que son un servicio de primera necesidad, y proveyeron de gafas a personal sanitario del Hospital de Cáceres y a la matrona. En la frutería Pipe, establecimiento también de primera necesidad, afirman que los vecinos han ido a comprar allí las frutas y verduras que necesitaban y siguen comprando con la misma confianza.
Incertidumbre
Raquel Sánchez, presidenta de ACOMIC, cuenta que tardarán años en recuperarse
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Por su parte, María Cidoncha, propietaria de 'La botica de los perfumes' en Miajadas, muestra el lado contrario de la situación, el de la mayoría de autónomos de España: el cierre obligado: «El parón de actividad ha sido horrible para todos, nosotros no podíamos hacer nada durante estos dos meses. Sí que es cierto que la gente tiene un poco de miedo, tampoco es que las cosas fueran muy bien desde antes, no le vamos a echar todas las culpas a la pandemia, pero hay un nuevo sistema de venta online y entregas a domicilio al que nos tenemos que acostumbrar a largo plazo». María, dueña de la tienda de moda 'Caprichos' observa que la respuesta de los vecinos está siendo muy buena, poquito a poco, pero buena.
Mavi González, propietaria de una tienda de regalos y marcas exclusivas de la localidad, lo define todo en una palabra: incertidumbre. «La moda tiene caprichos como colores concretos de una temporada a otra, las compras las tienes todas previstas con mucho tiempo de antelación, regalos para el día del padre, gente que viene de fuera en Semana Santa y compra bolsos,… aquí se ha quedado todo. Y mucha gente ahora piensa: «Si es que, para lo que salgo, ¿para qué me voy a comprar nada? La economía la tiene que mover el comercio. Yo tengo miedo de cara a la siguiente temporada de otoño, pedidos que cierro y firmo en agosto. Trabajo con grandes marcas como Tous o Tommy Hilfiger,… que para garantizar su producción y calidad tiene que hacerse con tiempo. Si esto vuelve a pasar en otoño nos podemos hundir».
Sin embargo, hay negocios que desde el principio han abierto con lista de espera, como las peluquerías, podría ser por los estropicios que se han hecho algunos en la cabeza durante la cuarentena. En la Peluquería Donna cuentan que han vuelto a la normalidad con mucho trabajo, y con la confianza total por parte de los clientes. Como reza un cartel en su local: 'Que tus sueños sean más grandes que tus miedos'. Raúl Valero, dueño de la barbería masculina 'Raúl´s Barber' ha hablado sobre la controversia generada por esas primeras horas en las que las peluquerías fueron declaradas servicios de primera necesidad: «Podría ser… pero hasta cierto punto, porque estamos en contacto directo con el cliente, yo no puedo guardar dos metros de distancia. Como profesional prefería no tener que abrir, con mis clientes tengo confianza. Una vez que abrí, no noté tanto miedo en la gente como un poco de dejadez, es decir, para estar en su pueblo tampoco iban a cortarse el pelo, intentaban alargar el tener que pedir cita. Además, yo vivo en Villar de Rena y tengo mucha clientela de pueblos de Badajoz, por lo que no podían venir hasta que no se ha permitido la movilidad interprovincial».
Y hablando de servicios que en un principio fueron considerados de primera necesidad y finalmente se decidió que no lo eran, el miajadeño José Miguel Garrido, trabajador de Electrocash, recuerda que al principio vivieron un poco de confusión: «Cuando se decretó el estado de alarma no sabíamos si teníamos que abrir o cerrar, nos mantuvieron hasta el día 18 de marzo, cuando tuvimos que echar el cierre. Hemos realizado venta de electrodomésticos sólo online, habilitamos la página web y así prestábamos servicio a la gente que lo necesitaba. La primera semana después de reabrir fue un poco difícil, hacíamos más venta telefónica, pero ahora se ha encaminado otra vez la cosa. La necesidad sigue existiendo en algunos productos como lavadoras, frigoríficos o microondas».
Bodas, bautizos y comuniones
Manuel Fernández, propietario de Cosme Fotos, se emociona al recordar la solidaridad de los clientes
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Las empresas de fotografías, vestidos de fiesta, floristerías, y demás negocios relacionados con grandes eventos han sido los grandes damnificados, ya que les pilló en pleno inicio de temporada de comuniones y bodas, aunque pudieron sentir un pequeño respiro al saber que, en lugar de anularse, finalmente las habían aplazado. Pequeño porque las comuniones se celebrarán este verano, pero las bodas han sido pospuestas al próximo año, a excepción de unos pocos valientes que mantienen la fecha por muy próxima que pueda parecer. Y, sin darse cuenta, el año que viene tendrán las bodas del 2020 más las del 2021, así que miran el futuro con optimismo y ganas de trabajar. Eso sí, los novios de las bodas aplazadas han tenido que adaptarse a las fechas que quedaban libres para un año que no iba a ser el suyo.
Manuel Fernández, propietario y fotógrafo de Cosme Fotos cuenta que ya lo tenían todo preparado para empezar con los reportajes de comunión, tanto interior como exterior, decorado, atrezo,… Las ceremonias de las comuniones serán cortas con grupos reducidos de 5 o 6 niños, mientras que las bodas se han aplazado en su mayoría, a excepción de alguna: «Tengo una en septiembre de una pareja de aquí de Miajadas y se van a arriesgar a celebrarla ya que tienen unos 100 invitados. Al haber cambiado las fechas de las bodas para el año que viene ha sido muy complicado para los futuros novios volver a cuadrar la parroquia, el restaurante y el fotógrafo. Al final lo hemos conseguido, hay muy buen ambiente y la gente colabora mucho, es más permisiva. No te puedes venir abajo porque lo que tú hagas se lo transmites a los clientes».
Innovación es la palabra en esta crisis y en Cosme fotos han incorporado las mascarillas a sus productos: «Al principio no sabíamos qué hacer porque no queríamos que pareciera que intentábamos hacer negocio de la situación. Las primeras que hicimos las donamos al hospital de Zaragoza, es la misma tela que se utiliza para hacer cojines y mantas, por lo que regalamos las que pudimos hacer, ya que no tenían material, como todo el mundo sabe. La campaña de mascarillas solidarias surgió con la idea de que se donara otra por cada una que se comprara. Ahora las personalizamos e incluso hemos sacado estuches para guardarlas, porque muchas veces no sabes dónde ponerla».
Manuel recuerda el primer día de apertura y las lágrimas le llegan a los ojos: «El primer día vino mucha gente a colaborar con nosotros. La primera clienta, Chiqui, entró y dijo: «Venga, a ver qué tienes, que vengo a gastar», no lo voy a olvidar nunca».
Estos aplazamientos también han afectado, y mucho, a las tiendas de ropa de fiesta como Gabhana. Aunque a su dependienta, Montse Franco, le ha traído trabajo, ya que empezó justo el día 11 de mayo. Cuenta que la clientela se está portando muy bien, una clientela fija tras 25 años que no ha dudado en acudir. Comenta que los vestidos recién recibidos de bodas, bautizos y comuniones no se han vendido ni la mitad de lo que se esperaba, ya que en un año normal se habrían vendido todos en mayo. Sin embargo, ya va habiendo fechas de bodas y algunas clientas incluso se los han llevado ya por miedo a quedarse sin el modelo que les gusta si vienen todas las bodas de golpe llegado el momento.
Agustín Conde, dueño de 'Pecados complementos', cuenta que le anularon todos los encargos
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A Carmen Bautista, dueña de Woman's Boutique, le pilló a una semana de haber inaugurado su tienda, aunque nota poco a poco que se acercan las comuniones y ya están más dispuestas a comprar. Para una recién llegada al sector es un alivio ver que la gente va respondiendo. Cristina Espinosa, de la tienda de ropa de fiesta 'Coqueta' cuenta que, por ahora, la gente sólo se anima a comprar ropa de calle, nada de fiesta.
Agustín Conde, dueño de 'Pecados complementos', cuenta que desde el mes de febrero tenían varios proveedores que les informaron de que a primeros de marzo seguramente les obligarían a cerrar por el coronavirus. La tienda miajadeña trabaja con complementos para bodas, bautizos y comuniones, por lo que todos los encargos que tenían fueron anulados en cuestión de diez días: «Mi mujer hace tocados y encargos de forma artesanal y, tras saber que las bodas se aplazaban, los clientes anularon todo. No sabíamos qué situación nos íbamos a encontrar y seguían llegando pagos, mercancía, impuestos,…»
Mientras alaba la bondad de algunas personas, como la casera de su local que no ha querido cobrarle nada, critica la actitud inconsciente de otras: «Si esto se prorroga más en el tiempo, sería insostenible, y viendo el comportamiento de muchas personas… vamos de cabeza a un segundo confinamiento, y de ahí sí que no salimos. Es muy fácil hacerlo bien». Al mismo tiempo, afirma que a la hora de reabrir no han tenido ningún protocolo de actuación para tratar con el cliente, con quien tienen un trato muy cercano, aunque han buscado sus medidas: «Aquí tenemos el hidrogel obligatorio, para utilizarlo nada más entrar y así evitar cualquier contagio interno en la tienda al tocar las cosas, hemos puesto tres alfombras, una primera de agua con lejía para desinfectar la suela, otra de limpieza y una tercera de secado. Por iniciativa propia, me informé y me aconsejaron que podía limpiar el dinero con una bayeta, tanto billetes como monedas o tarjetas, con un poquito de agua con lejía, de ese modo todo el dinero que entra en la caja está desinfectado. Y tengo la seguridad de que la vuelta que le doy a mi cliente es segura».
Y otro gran perjudicado es el mundo de las flores. Mª Luz Cosme, florista de la tienda miajadeña 'Arte floral Luzma', cuenta algo parecido a sus compañeros de eventos, le pilló en lo peor: Día del Padre, Semana Santa, Día de la madre, comuniones y bodas. «La gente sabe cómo trabajo y ya tenía todos los días cogidos para prepararlas. Yo he tenido suerte, trabajo con varios proveedores y aún no les había encargado nada, por lo que no tenía la cámara llena y no he tenido que tirar nada, a diferencia de otros compañeros, mi cámara cargada pude suponer como mínimo unos 700 u 800 euros. La cuestión ahora es que todas las bodas del 2020 pasan a 2021 y muchas coincidirán, por lo que será mucho estrés, pero ahora al trabajo no se le puede decir que no, después de todo lo ocurrido». Y añade: «No me puedo quejar, prefiero no hacerlo, porque la peor parte se la han llevado esas familias que no han podido despedir a sus seres queridos. Los autónomos podemos contar con las subvenciones, pero lo más importante, sin duda alguna, es la salud, de verdad». Toda la razón.
Y es que a veces se necesita una borrasca que lo borre todo para volver a escribir desde el principio.
Zona comercial de la Avenida Trujillo de Miajadas
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