Sistema educativo en cuarentena, historia de una improvisación obligada

La enfermedad del coronavirus ha traído consigo consecuencias y daños colaterales para toda la sociedad, comenzando por el sistema sanitario, pasando por la economía y llegando al sistema educativo, donde docentes, alumnos y padres fueron pillados sufrieron unas consecuencias que llegaron sin previsión ninguna.

El viernes 13 de marzo los profesores se fueron a casa sin saber si irían o no a trabajar el lunes, cuando ese mismo sábado recibieron instrucciones de la Consejería de mantener todos los centros cerrados y permanecer en sus casas.

Teresa Pintado, directora del colegio García Siñeriz de Miajadas, cuenta cómo rápidamente se pusieron en contacto con todas las familias mediante la plataforma educativa 'Rayuela' para intentar 'explicarles la situación': «Tuvimos que facilitar contraseñas a las familias que no habían utilizado el sistema con anterioridad y que, ahora sí o sí, deberían hacerlo, con todo el esfuerzo que conllevaba aprender a manejar las nuevas tecnologías. Desde la Dirección del centro tuvimos que hacer un estudio sobre las familias que tenían conectividad o no, pedí a los padres que no se agobiaran, pero era algo inevitable, ya que ni tan siquiera podíamos darles indicaciones claras que no teníamos ni nosotros.»

Los profesores tuvieron que hacer nuevas programaciones adaptadas a los nuevos recursos virtuales, y cada uno iba probando con los medios que tenía, improvisando y comprobando sobre la marcha. Unos han hecho grupos en Telegram, otros utilizan vídeollamadas, la tradicional plataforma de Rayuela, Escolarium o la innovadora aplicación Google Meet. Aunque también cuentan con el factor en contra de la conectividad de cada uno, el quedarse 'colgada' la conexión, con todo el atraso que ello conlleva. Una situación que ha generado un estado de ansiedad enorme en padres, alumnos y profesores.

Los pasados días 17 y 20 de abril, los colegios miajadeños entregaron los libros del tercer trimestres a los padres, un procedimiento muy controlado, respetando los horarios asignados a cada uno, guardando todas las medidas de seguridad necesarias y que contó con la colaboración de Policía Local y Guardia Civil, a quienes agradecen su labor. Algunos padres aprovecharon para intercambiar impresiones, de forma breve, con los profesores: «Algunos se quejaron de que unos profesores envían muchos deberes, otros mandan pocos, y otros incluso ni les llegan, pero, en general, están más tranquilos», explica la directora del García Siñeriz.

Con vistas al tercer trimestre, los ciclos y profesores llevarán a cabo una coordinación entre ellos obligatoria, de forma que no agobien tanto a los niños como ha sucedido de aquí para atrás. Las tareas enviadas deberán ser en proporción a las horas a la semana que se imparte esa asignatura, es decir, si una asignatura tiene dos horas a la semana y otra se imparte cuatro, la cantidad de deberes deberá ser menor en la primera que en la segunda, y toda la programación será supervisada y aprobada por la Dirección del centro.

Teresa entiende que los niños no pueden llevar el mismo horario y ritmo que en las clases presenciales, por lo que los profesores enviarán las tareas con antelación, para planificarse, y mantendrán un horario de mañana de lunes a viernes para las dudas que puedan surgirles. Reconoce que al principio algunos profesores se precipitaron a la hora de mandar deberes, ahora tienen claro que deben establecer una disciplina normal para no perder la rutina, pero con el objetivo de que los niños no se agobien ante este trimestre anómalo.

Además, realizarán sesiones de evaluación para tener muy claro qué van a evaluar, pudiendo darse contenidos nuevos siempre que no supongan dificultad ninguna para los alumnos más vulnerables, y siempre el mínimo contenido nuevo: «El próximo curso habría una posibilidad de recuperar y adaptar el currículum de esta evaluación. Dada la situación actual, debería darse un caso muy excepcional para que un alumno repita curso», explica la docente.

Los profesores están recibiendo mucha formación por parte de la Consejería en poco tiempo, por lo que están un poco agobiados y abrumados, pero intentan seguir dando todo lo mejor de sí mismos a sus alumnos, se llama vocación.

Por otra parte, comunica que los plazos de admisión de alumnos para el próximo curso están paralizados por el momento, a la espera de hacer los ajustes pertinentes.

La directora del colegio García Siñeriz quiere agradecer la labor del AMPA, el esfuerzo de los docentes ante un giro repentino, la gran solidaridad entre los padres, que se están ayudando los unos a los otros y han tenido muy buena respuesta en esta situación, y a los niños, que están conduciendo la situación de una manera admirable: «Lo importante ahora mismo es la salud, todos estamos cometiendo errores, pero también todos estamos poniendo todo de nuestra parte».